En torno a los 20 meses pueden pasar por una fase de ese tipo, muy alterados, con ganas de jugar, saltar en la cuna, en la cama...no parar, no hay quien los acueste y de dormirse nada de nada... termina pasando. Hay que armarse de muuuuuucha paciencia e intentar que no noten que la situación te altera, porque entonces ellos lo perciben. Acabará pasando, pero luego volverá otra, en mi caso Rodrigo ha estado de rachita casi 20 días desde que cumplió los dos años y cuatro meses.
Ahora parece que la cosa va amainando
Así que ánimo que todo volverá a su cauce
Salud