Llevo tiempo leyendo los mensajes de los foros y hoy ya me he lanzado. Pero no porque tenga una duda. Yo quiero compartir con vosotras y con otras muchas que están leyéndonos desesperadas mi experiencia.
Mi niña cumple hoy cuatro meses. Siempre le ha costado dormirse sola, como es natural, pero a mí me pilló de nuevas porque mi otro hijo se dormía como un bendito y casi de tirón desde los tres meses. Bueno, el caso es que a mi marido y a mí nunca nos ha importado mecerla hasta que se durmiera, así aunque llorara, la teníamos en brazos para que no se sientiera sola hasta que se dormía y con cuidadito la acostábamos. Sufría la cuna con pinchos hasta tres veces antes de dormirse, o sea, una hora y media la pobre intentando coger el sueño. Eso sí, una vez que se dormía sólo se despertaba para comer y se volvía a dormir sin dificultad.
El problema es que con 2 meses y pico empezó a sí tener dificultad para dormirse en las tomas nocturnas, y dormirla a primera hora de la noche era un horror. Pobrecita, le costaba dormirse en brazos y en cuanto la echábamos a la cuna, a berrear. Un día que ya me puse yo a llorar más que la nena le dije a mi marido que se acabó, que eso no podía ser bueno. Entonces me acordé que muchas siestas se dormía sobre mí echada boca abajo, y la eché a la cuna boca abajo... y se quedó frita en 30 segundos acariciándole la espalda. Yo pensé que era porque estaba agotada, pero no, de eso nada, es que la niña quería dormir boca abajo, y lo comprobamos en los sucesivos días.
No os imaginais lo que nos cambió la vida. Ya sólo había que calmarla y cuando estaba casi dormida la echábamos a la cuna boca abajo y frita, no fallaba. Sí, sí, ya sé lo del síndrome de muerte súbita. Leí todas las páginas que encontré de eso. Pasé varias noches en vela escuchando la respiración de mi niñita e incluso probamos un montón de veces a darle la vuelta cuando estaba dormida... se despertaba. Así que finalmente decidimos que si nuestra niña quería dormir boca abajo por algo sería, que la naturaleza no era tan estúpida como para matarla por eso. Si tanto decimos que los niños saben lo que necesitan... Además, la mayoría de las que escribimos en este foro nacimos en tiempos en los que la moda era ponerlos boca abajo. Hablé con amigas de mi madre que llevan años en maternidades y me dijeron que le hiciera caso a la nena y no a las estadísticas.
Ahora todo va mucho mejor, duerme alrededor de 12 horas, con sus tomas nocturnas. La mayor parte de las tomas desde la "cena" hasta la mañana siguiente se queda dormidita en la teta. Entonces la dejo en la cuna boca abajo. Ni siquiera tengo que hacerlo como si manejara una bomba, con la maniobra siempre se despierta y abre sus ojitos y se da cuenta de que está en su cunita pero en seguida se vuelve a dormir, fijaos si le gusta la postura. Y hala, hasta la toma siguiente (3/4 horas aunque a veces menos, eso no importa). En alguna toma nocturna (las menos) se queda desveladilla, sobre todo si se atraganta. Entonces lo que hago es que la dejo en su cuna boca arriba mientras está tranquila y cuando ya se quiere dormir, me llama con un encantador uuuh uuuh y mi marido o yo la cogemos, le damos besitos, la paseamos por la habitación y cuando está con los ojitos casi cerrados o cerrados del todo (un cuarto de hora de paseos como mucho), a la cuna otra vez boca abajo.
Y sí, duerme en cuna porque el colecho no nos fue demasiado bien, así que la tengo en una minicuna muy pegadita a mi lado de la cama, para que nos huela y nos oiga.
A ver, yo no os estoy diciendo que pongais a vuestro bebé boca abajo. Sólo os cuento que a mí me funcionó, que Olga es la niña más feliz del mundo durmiendo boca abajo, y que aunque me ha costado muchos quebraderos de cabeza y preocupaciones, he decidido que lo que importa es que mi hija duerma sin llorar, que la naturaleza es sabia y que la estadística es la gran mentira de las matemáticas. En este mundo en el que parece que los niños son robots y hay que hacerles a todo lo mismo yo reivindico la naturalidad y la observación de los bebés.
Felices sueños.