Nuestra hija desde que nació le ha costado mucho dormir 4 o 5 horas seguidas. Todas las noches se despertaba una media de 2 o 3 veces. Y esto ha sido así no los primeros tres meses sino hasta los dos años largos. Evidentemente empiezas a buscar soluciones milagrosas pero no las hay. Simplemente existe una palabra mágica aunque difícil de aplicar en ocasiones: PACIENCIA. Leímos a Estivill y tan pronto como leímos su libro nos olvidamos, decidimos que esa manera de dormir a nuestra hija no la queríamos. Dormir con ella era y es imposible por razones de espacio por tanto decidimos que cada vez que se despertara acudiríamos lo más rápido posible para tranquilizarla. Así 28 meses. Pero los niños tienen su tiempo de madurez para todo. Y un día, sin esperarlo, decidió por si misma dormir, dormir, dormir. Desde hace 3 meses duerme de 10 a 11 horas seguidas y solita en su habitación, y nosotros no la queremos mas por eso, simplemente pensamos que ha necesitado su tiempo para aprender y punto. El consejo que os damos es que no hagáis mas caso a los demás que al que os dicte vuestro corazón. Felices noches.