La noche siguiente no dormí pensando en cómo solucionar nuestro principal problema, las malas noches.
Las niñas no duermen en sus cunas en su habitación y cuando se mudan a nuestra cama, los que no dormimos somos los padres.
Bueno, desarmé las cunas y me prestaron un colchón matrimonial que puse en el piso de la recámara de las niñas, mi intención es que durmamos ahí las 3, en un principio toda la noche y después aplicar el método furtivo. así en lugar de que ellas pasen a nuestra cama, yo me paso a la de ellas y papá puede poner su ventilador como quiera. Con esto podrán aprender a dormir en cama sin caerse y más adelante, cuando estén listas les vuelvo a armar sus camas sin el corral. Así se mudan a su habitación desde ahora (tienen 19 meses), que es un poco más fresca pero muy pequeña para los cuatro y nosotros podemos recuperar algo de espacio e intimidad.
Pero no logro que se queden dormidas en el nuevo colchón. les fascina jugar en él, brincar y luchar y la idea de subir y bajar solas es su máximo, pero pueden jugar y jugar a pesar de tener sueño y no hay forma de que se relajen. Claro, no es la cama de mamá y no está encendida la tele. Y dormirlas en mi cama y luego mudarlas al colchón me parece lo mismo que hacía con las cunas. Un par de horas despés de dormidas querrán volver a mi cama y entonces no hay avance. ¿o sí? ¿ustedes que opinan?