El plan padre, paso a paso


El nombre de la técnica es un juego de palabras, ya que la expresión «padre» se utiliza en México para definir algo es realmente bueno. En nuestro caso, la usamos para describir una forma de dormir al bebé que es muy buena idea y ofrece buenos resultados.

Como norma general, los niños acostumbran a dormirse con mamá, ya sea en el pecho, en sus brazos o en su cama. Es natural que el bebé acuda a su madre en busca de apego: nada más nacer, ya puede distinguir a mamá por el olor; poco más tarde también aprende a reconocer su voz. Si mamá acude con prontitud cuando el bebé llora, el vínculo se irá fortaleciendo y el niño necesitará la presencia de mamá para sentirse seguro, de día y de noche.
En resumen, aplicar el Plan Padre no significa dejar al bebé llorando en brazos de papá, sino acostumbrarle poco a poco a dormirse de otra manera y con otra persona y otra técnica.
Para aplicar el Plan Padre con éxito, recomendamos los siguientes pasos:

1. Involucrar a papá
Para que el Plan Padre funcione, es necesario que el bebé se sienta cómodo y a gusto junto a papá. Eso difícilmente se consigue si papá intenta calmarle de buenas a primeras. En cambio, si papá se queda con el bebé de vez en cuando (no es necesario que mamá se vaya de casa, nos referimos a cambiarle el pañal, bañarle, jugar con él un rato, hacerle mimos, etc.), acostumbraremos al bebé a la presencia de papá y será más fácil realizar la»transición»a la hora de ir a dormir.
Si el bebé acaba de mamar, y por tanto no tiene hambre, papá puede intentar dormirlo como le resulte más fácil, por ejemplo en brazos y paseando, o los dos tumbados en la cama o cantándole una canción. De este modo, el bebé aprenderá que se puede dormir (y de forma muy agradable) junto a su papá.

2. Ir paso a paso
Para que el Plan Padre sea efectivo es necesario llevarlo a cabo de forma respetuosa. No se trata de tener al niño llorando en brazos de papá, sino de ayudarle a encontrar otra rutina de buenas noches. Si el bebé empieza a llorar, no es recomendable que papá siga insistiendo, en ese caso lo ideal es que mamá se encargue, y al día siguiente probamos de nuevo.

3. Pon a papá en medio.
Para que la transición sea más suave para el bebé, podemos empezar con una rutina conjunta de papá y mamá, en cuanto el bebé se sienta confiado en presencia de ambos, mamá puede probar a retirarse discretamente.
También puede ser útil que papá le atienda durante los despertares nocturnos (en este caso recomendamos que se sitúe al lado del bebé) y le vuelva a dormir meciéndole o dándole palmaditas. Si no funciona, mamá puede intervenir y dormirle como de costumbre.

4. Pactarlo de antemano
Como hemos dicho, no se trata de dejar al bebé llorando con papá, pero al mismo tiempo papá intentará dormirle a su manera, y para ayudar a ambos a relajarse es importante que mamá no intervenga a no ser que sea necesario.
Habitualmente, si el bebé se encuentra en una habitación con papá y entra mamá, lo probable es que se desvele del todo. Sugerimos que mamá y papá se pongan de acuerdo y decidan cuándo intervenir (por ejemplo, si el Plan Padre no funciona, papá puede llevar el bebé donde está mamá; o pueden pactar un número máximo de intentos).

Testimonios: (Mensajes recopilados de nuestro foro)

«Hola!!
Tuve la oportunidad de visitar su pagina y me pareció genial, pero sobre todo
muy tierna.
Hace 7 meses, Diego llegó a darnos mas vida a mi esposo y a mi, después de
buscarlo por 8 años…así que ya se imaginaran lo deseado y lo amado que es
nuestro tesoro.
No recuerdo cuando empezó a dormir toda la noche…pero si recuerdo que sin
quererlo aplicamos el Plan Padre, pues después de los 3 meses, cada vez que
Diego lloraba, mi esposo corría a atenderlo por puro gusto…primero lo
levantaba, trataba de tranquilizarlo y si Diego seguía llorando igual o mas
fuerte, entonces yo entraba al rescate con mi teta, con eso se tranquilizaba y
volvía a dormir; poco a poco los llantos diminuyeron y mi esposo solo se
levantaba a acariciarlo dentro de su cuna y al momento se volvía a quedar
dormido, hasta que se despertaba solo una vez a tomar pecho.
Actualmente duerme todo la noche, y a veces nos quedamos dormidos los 3 hasta
las 7 de la mañana o bien , yo me despierto antes a esperar que Diego despierte
para darle pecho.
Creo que el secreto estuvo en que ni mi esposo ni yo, nos esforzamos por dormir
toda la noche, dejarlo llorar ni siquiera estuvo en discusión…. siempre hemos
estado dispuestos a atender a Diego las veces que fueran necesarias si el nos
necesita; todavía no le han salido
los dientes, y estoy segura de que cuando esto ocurra, muy probablemente
volvamos a levantarnos de madrugada para atender a Diego cuando se encuentre
molesto, pero como alguien dijo una vez…esto es solo una etapa que se va muy
pronto y hay que disfrutarla.
Los importante es amarlos, apapacharlos, comerlos a besos, ahora que se puede y
que tenemos el privilegio y la bendición de ser papás.
Saludos.»

 

«Las cosas mejoran! ahora dormimos los tres juntos de nuevo y muy bien ! le
dí la última toma a las 23h00 y se durmió hasta las 5h00!!! ella está
instalada al lado de su papi, al despertarse, él estiró la mano, la acarició
un poquito y se volvió a dormir hasta las 7h00! me siento tan bien!
me encanta esta solución aunque a veces me gustaría volver a sentir su
cuerpecito junto al mío durante la noche… en fin, creo que por el bien de
todos, esta organización es mejor…

veamos si seguimos así de bien! gracias de nuevo por sus ideas y mensajes!»

 

«Consiste en intentar involucrar al padre en ayudar al bebé a dormir. En
nuestro caso, si soy yo, casi siempre me reclama el pecho, pero si es mi marido,
a veces acepta cuatro mimitos y el chupete -sabe que la teta no está a mano- y
se vuelve a dormir. Y cuando no cuela, le doy la teta como siempre y ya está,
sin estrés ni malos ratos. Así va disminuyendo la asociación dormir-mamar, es
decir, comprueba que hay otras formas de dormirse aparte de la teta. También
hemos cambiado de lado en la cama, de modo que ahora la cuna de la niña está
al lado de mi marido. Hemos podido comprobar que sólo el sentirme cerca le
hacía despertarse más, por algo así cómo «ummm, qué olorcito, voy a
llorar un poco que creo que quiero una chupadita». En cambio con su padre
es algo así como «me he despertado, qué sueñoooo, aquí está mi aita,
todo bien, ya tomaría un poco de tetita pero por no buscarlazzzzzzzzzzzzz».
Al menos esa es la idea que yo me hago.

No sé si será por eso o será porque sí, porque ya tocaba, pero estamos
durmiendo mucho mejor, con uno o como mucho dos despertares por noche en los que
está clarísimo que tiene hambre y durmiendo al menos 5 o 6 horas seguiditas.»

 

Artículo escrito por Kim