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por Malefica
#346383 http://www.babog.org/2009/02/13/amamant ... a-un-nino/

Amamantar por la noche a un niño
13 Feb, 2009 por Raquel.
www.baborg.org


El niño sigue sin dormir por la noche. A muchas madres que damos el pecho es un tema que nos preocupa y agota. La pregunta que nos asalta es “¿cuándo va a dormir toda la noche?”. Parece que una noche duerme bien, quizá todo seguido y de repente a la siguiente comienza de nuevo el ciclo de las 5 llamadas nocturnas para amamantar. ¿Por qué pasa esto?

Cada niño se desarrolla de distinta manera. Desde que nace se da cuenta de que en la noche no hay casi ruidos, que todo está más oscuro, que sus padres descansan (o lo intentan). Como el niño imita, poco a poco se acostumbra a ese ritmo: dormir de noche, estar despierto de día. Lo rápido que se acostumbre a este hábito depende de diversos factores: lo predispuesto que esté el niño a cambiar su rutina (en el útero dormía cuando le apetecía, normalmente durante el día, cuando las caderas de mamá le mecían al andar o moverse), lo tranquilo que esté durante el día, que no le duela o moleste nada y que tenga la suficiente seguridad en sí mismo, el sentirse protegido y amado.

Uno de las malinterpretaciones más frecuentes en el establecimiento de los hábitos del sueño consiste en creer, como ya vimos, que cuanto más mano dura se tiene con un niño más rápido se hace independiente, más rápido se acostumbra. Hay corrientes de crianza donde los padres fuerzan al niño a dormir cuando ellos creen conveniente y normalmente se desoyen o no prestan la debida atención a los llantos o peticiones de compañía cuando el niño se siente solo o asustado. Ya sabes lo que opino de estas teorías. Forzar a un niño a dormir es igual que si te fuerzas tú a hacerlo cuando no tienes sueño o hay algo que te incomoda. Sencillamente no lo haces. Y si te fuerzan a estar en un mismo sitio, quieto y callado, es probable que sufras ansiedad, abandono y miedo.

En el caso de las madres que amamantamos se nos sugiere que lo hagamos a determinadas horas o entre determinados intervalos para que todos podamos descansar más. Pero el amamantamiento así no dura en el tiempo. El amamantamiento funciona cuando es ofrecido a demanda. El bebé o niño es el que dicta cuándo y cuánto quiere mamar. Cuanto más mama, más leche produces. Y lo mismo al revés.

Cuando el bebé va creciendo el amamantamiento se adapta a sus nuevas necesidades. En un niño que ya toma sólidos esta necesidad no es tanto nutricional. Un bebé que sigue pidiendo pecho en la noche aunque tome 3 o más comidas durante el día de sólidos y líquidos está buscando protección, consuelo, compañía, amor y que se le valore.

Lo normal es que cuando empiezan a andar o a hablar uno les vea más autosuficientes y pase más tiempo haciendo otras cosas. Aunque parezca más grade el niño sigue teniendo necesidad de protección emocional, necesita tus mimos, tu amor. Los primeros años de vida son decisivos para la adquisición de su autoestima futura. Los primeros 3-4 años son especialmente relevantes. Cuando el niño es un bebé es fácil ver que es dependiente, que necesita amor, cuidados, que se le amamante, consuele, mime. Sin embargo cuando el bebé comienza a andar o a hablar de repente parecen pequeños adultos, sus límites físicos han mejorado sustancialmente y tendemos a creer que emocionalmente han hecho lo mismo. Pero el camino a la independencia emocional es más largo y laborioso.

Ser padres no tiene límite temporal, cada etapa tiene su trabajo y requiere nuestra atención. Entre los 0 y los 3 años de vida aproximadamente las necesidades afectivas de un niño son bestiales. Entre los 2 y los 3 tenemos el periodo conocido como “primera pubertad” o “los terribles 2 ó 3″. Fallar en entender al niño durante este periodo arrastra frustraciones, ansiedades y miedos hasta la segunda pubertad en la adolescencia o incluso hasta la edad adulta. Amamantar durante los primeros años de vida es beneficioso para alcanzar la independencia emocional y hace la crianza mucho más fácil. El sólo contacto de tu piel con la suya le manda un mensaje claro a tu hijo de amor.

Hay niños amamantados más mayores de 6 meses que comienzan a dormir más y, de repente, vuelven a demandar pecho toda la noche. Si esto te ha sucedido mira a tu alrededor desde el punto de vista de tu hijo. Algo pasa. El niño está requiriendo tu atención. A lo mejor últimamente has dado por hecho que tu hijo es más independiente y te has dedicado a otras cosas, o a sus hermanos más pequeños, o a otros niños, o has estado más tiempo ausente… Puede también que el niño esté pasándolo mal con los dientes o tenga alguna otra dolencia. Para él también es incómodo despertarse.

¿Qué hacer para que duerma más y seguido? Préstale más atención, dale más mimos que antes, vuelve a tratarle como a un bebé, entre otras cosas, porque aunque parece grande, lo sigue siendo. Está requiriendo tu atención. Ya hemos visto que ser madre o padre no acaba cuando el bebé comienza a andar o a hablar. Es una tarea larga y maravillosa enfocada a que el niño algún día te diga: estoy preparado. Y no sólo físicamente: estoy preparado emocionalmente, valgo la pena y tengo mucho que ofrecer al mundo.

A las madres que amamantamos: mucha paciencia y amor, especialmente si en la mañana se requiere que hagas algo, trabajes, etc, porque se hace a veces muy duro. Si ir de una habitación a otra te agota en la noche haz que el niño duerma contigo hasta que esté preparado para tener su propia habitación. Acomoda el espacio para el niño y no al revés. Recuerda que desde que empezó a tomar sólidos se está destetando. Es una cuestión de tiempo. Todos los niños lo hacen, tarde o temprano. Es importante también que descanses durante el día si alguna noche se ha hecho especialmente dura. Intenta descansar cuando tu hijo lo haga. Si tienes otros hijos pide ayuda o ve a la cama pronto en la noche, cuando ellos se acuestan.

También debes saber que los niños que no toman el pecho tienen las mismas malas noches, los desvelos, los dolores de dientes, los momentos de miedo… Dar el pecho te facilita la tarea. Sólo tienes que tumbarte a su lado y abrazarle. Él hace el resto.

Pero es un desafío social. Desgraciadamente hay que sortear críticas. Busca soluciones que os hagan felices a los dos, al niño y a ti y usa tu imaginación para sortear situaciones sociales que te puedan resultar embarazosas. Cada uno tiene su visión sobre la crianza y no todo el mundo accede a la misma información. Lo importante es que estés convencida de lo que haces. Tu pareja forma parte clave y es importante que él esté informado al respecto para ayudaros en estos años de transición.

Mientras tanto recuerda que el amamantar a un niño mayor de 6 meses hace la crianza mucho más fácil (”10 Ventajas de dar el pecho después de los 6 meses“). Y que lo estás haciendo genial, no sólo para tu hijo sino que además eres ejemplo para otras muchas madres. Estás poniendo tu granito de arena para un mundo más humano, más natural, más lleno de amor.

Miss Maléfica dixit.
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
¡Va por Queli!
Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
¡Va por Lolilolo!
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por neferu
#346454 Que buen afrticulo. Gracias Montseta!

Pilar (8/11/05) y Alejandra (10/2/10)

http://blog.maternidad-continuum.com/
por Mama de Pablo
#346974 Me ha parecido precioso el artículo. Mi hijo acaba de cumplir los seis meses y tenia muy claro seguir con la lactancia materna, pero con artículos como este mi opción se ve reforzada. Muchas gracias!

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