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por Juanma
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Carlos González
1.8 Las vacunas: cosas que no son ciertas
1.9 Mimar no es malcriar (Entrevista)
1.10 Los chavales de hoy en día son los que menos afecto reciben de toda la historia (Entrevista)
1.11 Para toda la vida (Ronda de preguntas y respuestas)
1.12 Crítica a las teorías de Aletha Solter
1.13 No dejar llorar
1.14 Decepcionada con el “Bésame mucho”
1.15 Picoteaba un día una Gallina



1.8 Las vacunas: cosas que no son ciertas

1.8.1 Vacunas: Cosas que se dicen y no son ciertas
Las vacunas protegen a los niños para toda la vida de enfermedades que pueden dejar graves secuelas o incluso causar la muerte. Desde hace un tiempo es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa en algunos libros y en ciertas páginas de Internet.

En este artículo intentaremos desmentir algunos de esos mitos. Sólo algunos, porque los errores que dan vueltas por ahí son muchos, y desmentirlos todos con detalle requeriría un libro entero.

Esas enfermedades casi han desaparecido en los países industrializados porque se vacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.

Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

Las vacunas cuestan dinero, pero nos las ponen gratis. Es absurdo pensar que el gobierno va a gastar dinero en vacunas que no se consideran muy necesarias. Es lo que ocurre con la gripe: cada otoño se hace una campaña para que se vacunen los ancianos y algunos enfermos crónicos. ¿Por qué no vacunar a todo el mundo? ¿Es que los jóvenes no pueden tener la gripe? No, lo que ocurre es que un joven pasa la gripe en su casa, mientras que un anciano puede que necesite ingresar en el hospital. Al joven le convendría vacunarse, pero el gobierno no ve necesario regalarle la vacuna. A veces se oye decir que el sarampión es una enfermedad leve, que antes no se vacunaba y todos lo pasábamos. Es cierto, pero muchos morían. En la última epidemia de sarampión en Holanda (1999-2000) hubo casi 3.000 enfermos, algunos con complicaciones graves: 130 casos de neumonía, 5 casos de encefalitis (infección del cerebro) y 3 muertos.

Cada año mueren en el mundo más de 700.000 niños por el sarampión; incluso en Europa, entre niños bien nutridos, muere uno de cada 1.000 enfermos. El que los otros 999 sobrevivan no nos debe dar la impresión de que sea una enfermedad sin importancia.

En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes... Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar. UNICEF ha preparado un interesante documento, el Immunization summary, que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo (está publicado en Internet). En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.

La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanos suelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tos ferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Un reciente brote de sarampión en Barcelona obligó a adelantar temporalmente la vacuna triple vírica de los 15 a los 9 meses. En algunos sitios se puede leer que en Japón no vacunan a los niños hasta los dos años. Es falso. Tal como se muestra en la Web de su Ministerio de Salud, los niños japoneses reciben antes del año dos dosis de polio oral y tres de difteria, tétanos y tos ferina. Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o «medio muertos», en el caso de la triple vírica).

Normalmente no. En los últimos brotes de sarampión en Holanda y en Barcelona, que antes mencionamos, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la «prueba» de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de «una pequeña reducción del 6%», no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: «La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!». La ignorancia es atrevida.

Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.

Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

1.8.2 Algunas personas acusan a las vacunas de producir alergia, muerte súbita o autismo. ¿Qué hay de verdad en ello?

1.8.2.1 Alergias
Puede haber, por supuesto, algunos niños alérgicos a alguna vacuna determinada, lo mismo que hay alérgicos al polen, a las fresas o a la leche. Es cierto que en los últimos años están aumentando las enfermedades alérgicas. Pero la causa no son las vacunas.

Se cree que dos de los principales factores que causan el aumento de las alergias son la contaminación atmosférica (en especial las partículas emitidas por los motores diesel) y el exceso de higiene: privado de microbios contra los que luchar, el sistema inmunitario se pone a luchar contra el polen, el polvo... Se podría pensar que las vacunas, al fomentar la aparición de anticuerpos útiles (contra el tétanos, contra la polio...) podrían más bien disminuir los anticuerpos inútiles y por tanto las alergias... pero no es así. En numerosos estudios no se ha encontrado relación entre vacunas y alergia, ni para bien ni para mal.

1.8.2.2 Muerte súbita
La muerte súbita del lactante se produce, por definición, durante el primer año. La mayoría de los casos ocurren durante los primeros seis meses. Y en ese tiempo, los niños reciben varias vacunas (más o menos una cada ocho semanas). Si una de cada ocho semanas es «la semana después de vacunarse», es lógico que uno de cada ocho casos de muerte súbita se produzca en esa semana, por pura coincidencia. En realidad, detallados estudios científicos indican que la relación es más bien la contraria: la vacunación parece disminuir el riesgo de muerte súbita, no se sabe por qué mecanismo.

1.8.2.3 Autismo
Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Rápidamente se realizaron estudios completos y detallados en distintos países, y no se ha encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Por desgracia, los grupos que están en contra de las vacunas se apresuraron a airear las primeras alarmas, pero no se dieron por enterados del desmentido.



1.9 Mimar no es malcriar (Entrevista)
Es bueno que los niños duerman en la misma cama que los padres.

Eso es lo que vino a decir el miércoles al CC Sant Oleguer el pediatra barcelonés, partidario del colecho y autor de «Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor», Carlos González Rodríguez,

El País acaba de publicaba el martes un artículo muy documentado sobre la inconveniencia de que los niños duerman en la misma cama que los padres.
Lo sé. Está lleno de errores.

Cuáles.
Habla de los pediatras Ferber y Lozoff y puedo asegurarle que Ferber nunca ha estudiado el
co-sleeping o colecho.

¿Y Lozoff?
Lozoff sí lo ha investigado y no está en absoluto en contra.

Dicen que el colecho es norma cultural en algunas civilizaciones.
En Japón por ejemplo. Lo vemos cada día en la serie televisiva Shin Chan.

¿Y duermen mejor los niños japoneses?
Duermen cuatro veces mejor que los niños americanos de raza blanca.

¿Cómo se soluciona un problema de sueño infantil?
Es que el problema de sueño no existe. Si te lo metes en tu cama el niño duerme como un bendito. El problema sólo existe cuando los padres dicen que existe.

Pero luego el niño sigue viniendo a la cama de los mayores.
¿Y qué? ¿Por qué ha de ser eso un problema?

Dicen que crea falta de autonomía en el niño.
El 40% de los niños suecos duermen en la cama de sus padres y te aseguro que el 40% de los suecos adultos no sufren falta de autonomía personal. Pero si hasta dicen que condiciona la talla.

¿Y no?
¡Por el amor de Dios! Yo no creo que los suecos sean bajitos.

La responsable del sueño del hospital Gregorio Marañón, Rosa Peraita, hace otra acusación más grave: «el colecho puede provocar abusos sexuales».
Otra tontería.

O sea que no.
Es como si dijeran que las madres no bañen a sus hijos porque pueden abusar de ellos. Es absurdo.

¿Sus hijos durmieron con usted?
El mayor poquito pobre porque como éramos jóvenes e ignorantes lo pusimos a dormir por separado y, por supuesto, fue un desastre.

¿Tiene más?
Con las dos pequeñas ya no caímos en la trampa, las pusimos en la cama desde el principio, durmieron la mar de bien y ahora duermen solas. Pero no me gusta hablar de mi caso personal.

¿Hasta que edad deben dormir con los padres?
Hasta que el niño acaba yéndose por sí solo o se deja convencer. Eso pasa a los 3 años, 4, 5...

¿Le convences con nanas y cuentos?
Pues sí, pero eso no dura más allá de los 7 años aproximadamente.

¿El colecho dificulta las relaciones sexuales entre la pareja?
No porque aunque nuestra cultura asocie mucho cama con sexo, esas dos cosas no tiene porque ir juntas. El sexo se puede practicar en otros lugares y a otras horas.

O no.
Pero es que colecho tampoco significa necesariamente que el niño esté dentro de la cama, sino también en una cunita al lado o en un colchón al suelo al pie de los padres.

¿La norma es no dejarles llorar nunca?
La idea es que los niños nunca lloran para fastidiar. Lloran porque sufren. Y tú, si puedes, debes aliviar ese sufrimiento.

Parece lógico.
Es como si tú llegas a casa y te encuentras a tu mujer llorando desconsoladamente. Será que le ha pasado algo gordo, ¿no? Intentarás consolarla.

«Llorar ensancha los pulmones».
Un tópico extendidísimo. Pero yo jamás he oído a ningún neumólogo recetar el llanto. A los fumadores les iría muy bien.

«Este niño sabe arameo».
Sí y latín. ¿Pero cómo va a fingir el llanto una criatura de seis meses, hombre?

¿De dónde salen pues esos tópicos?
Vivimos en una cultura que nos prohíbe coger a los niños en brazos, dormirlos en brazos, meterlos en la cama, acariciarles demasiado, mecerlo, cantarles en la cuna. Nos prohibimos todo lo agradable.

Para educarles.
Pero es que mimar no es malcriar. Son conceptos totalmente distintos.

O sea que si le da la pataleta histérica en el súper, hemos de comprarle los diez paquetes de donetes.
Por supuesto que no. Hay que negarle ciertas cosas, pero se puede hacer con inteligencia, cariño y distrayendo su atención a otra cosa. Para eso somos mayores que él.

A veces no lo parece.

Los pediatras parece que jueguen a ver quién publica el libro de más éxito. El de González es exactamente la antítesis del método Estivill y su «Duérmete niño», tan en boga hace pocos años.

«Nuestras contradicciones son normales, dice González, porque ni él ni yo hablamos en nombre de la ciencia. Sólo damos nuestra opinión».

Reconoce que sólo conoce a Estivill de vista y añade que «no creo que tengamos que llevarnos mal. Florentino y Laporta también comen juntos y no pasa nada».



1.10 Los chavales de hoy en día son los que menos afecto reciben de toda la historia (Entrevista)

Se ha impuesto la moda de no coger en brazos a los niños porque, según se dice, se les malcría.
Pues se trata de todo lo contrario. Malcriar significa criar mal, con poco cariño, sin cubrir las necesidades básicas del niño. La relación con otras personas, particularmente con la madre, es una necesidad básica del ser humano. Por exceso de cariño no se educa mal a nadie.

¿Hasta qué edad es conveniente hacer caso en todo momento al bebé?
Hay que usar la lógica: ¿no pretendemos que se nos haga caso toda la vida a los adultos? Pues con los niños igual. Lo normal es atenderles.

¿Pero no pueden aflorar así generaciones de niños consentidos?
El riesgo está en ofrecerles cosas que uno cree que no hay que darles. Si un niño te pide veinte caramelos, es evidente que no se los vas a dar. Pero el problema es que, según ciertas teorías educativas, a pesar de que el pequeño te pida algo que no es malo para su salud y que está a tu alcance, te dicen que se lo niegues por decreto para que aprenda que no lo puede tener todo. ¡Pero es que eso ya lo va a aprender en la medida que pide cosas imposibles! Por eso, cuando deseen algo tan normal como ser cogidos en brazos, hay que hacerlo. El concepto de prohibir para demostrar quién manda aquí es aberrante.

No parece muy amigo de la frase 'hay que educar frustrando'.
No creo que la frustración eduque. De lo contrario, estarían todos muy instruidos. De las miles de cosas que pide un hijo hay muy pocas que realmente le puedas dar ¡Puñetas, pues démoselas! Si el padre se tiene que ir a trabajar y no puede atender al chaval, qué le vamos a hacer, pero si el poco tiempo que estamos con él nos pide que juguemos y no le hacemos ni caso, ¿qué relación mantenemos? Circulan teorías que dicen que el problema es que los niños están muy consentidos. Eso es falso. A los chavales se les da mucho menos de lo que se ha dado a cualquier otro niño de la historia. No me refiero al que te pide la Play sino al pobre chaval que quiere abrazos, mimos y jugar.

¿La generación que menos afecto recibe de la historia?
Pues sí, por un motivo muy sencillo: nunca antes habían acudido niños de pocos meses a pasar 8 ó 10 horas en una guardería, un recurso que no existía hasta los años 50. Incluso hay quien cree que es una experiencia deseable, porque allí les estimulan. Como mínimo debemos aceptar una cosa: los niños de hoy pasan mucho menos tiempo con sus padres que hace unos años, que es precisamente lo que más quieren. No se puede decir que se salgan siempre con la suya. Es más bien al contrario.

¿Por qué abomina de las guarderías?
En algunos casos son necesarias, pero deberíamos tener bien claro que son un mal menor. El niño está mejor si le cuidan sus propios padres.

Pero en la guardería comienza el proceso de socialización...
Ni mucho menos. Eso es un mito. A los niños de menos de tres años les importa un rábano que haya otro niño al lado. Les ves jugando y no socializan. Sientas a cuatro en el suelo y cada uno está a lo suyo. Los niños socializan cuando son mayores.

No comulga en absoluto con esa visión de niños consentidos, incluso tiranos, que observan psicólogos como Javier Urra.
No me he leído su libro, pero quienes lo han hecho me han dicho que el título espanta aunque su contenido no está mal. Javier Urra, en todo caso, era el Defensor del menor en Madrid. Desde luego que con defensores así no hacen falta fiscales. Si por algún motivo han llegado a criarse los niños como son ahora, no se puede decir que sea por exceso de cariño. Estamos hablando de jóvenes atiborrados de actividades extraescolares, que han crecido entre canguros, que lo han tenido todo menos afecto. Los padres, eso sí, compensan todo ello con muchos juguetes. A ese niño le están dando sustitutos baratos de lo que de verdad es niño pide.

¿Qué opina del famoso Duérmete niño? ¿Es mano de santo?
Estevil, el autor, propugna dejar al niño llorar un día un minuto, luego tres, cinco... Sí, el sistema funciona. Al cabo de unos días ya no se despierta a media noche ni se molesta en meter ruido porque sabe que sus padres no van a venir. Pero, después de unos años, ¿cómo pretenden esos padres que su hijo les confiese que se droga si desde los dos años le han enseñado que no le van a hacer caso?



1.11 Para toda la vida (Ronda de preguntas y respuestas)

1. Buenos días doctor, estoy esperando mi tercer hijo, con el primero tuve muchísima leche, con el segundo bastante menos... ¿es previsible que con el tercero tenga menos leche todavía? Muchas gracias.
La cantidad de leche que sale es la que el niño necesita cuando se da el pecho a demanda. No sé qué te hace pensar que tuviste menos leche. Si lo dices porque el niño pedía más a menudo, probablemente fue todo lo contrario y tendrías más leche.

2. Mi hija de nueve meses está por debajo del percentil 3. Desde que nació y hasta los tres meses tuvo un percentil de 10. A partir del primer trimestre estuvo con lactancia con horario cada 3 horas y cuarto, tal y como me aconsejó el pediatra. Desde el 5º mes comencé de nuevo con la lactancia a demanda y permanecí con ella exclusivamente hasta el 6º mes. Ahora le doy el pecho, nada de purés y he empezado con la comida a trocitos, aunque toma poca cantidad. El pediatra la ve sana aunque estamos esperando los resultados de un análisis para descartar una enfermedad. Mi pregunta es: ¿Ha influido la lactancia con horario sobre el peso y el desarrollo de la niña? ¿Qué sólidos le debo ofrecer con prioridad?
Si hubiera influido lo habrías notado, si al volver a dar lactancia a demanda engordó más que antes, pues quizás sí que estaba pasando hambre, pero si engordó lo mismo o menos, será que no ha influido. Con nueve meses puede comer prácticamente de todo, aunque suele ser mejor no darles leche de vaca ni derivados, pescado ni huevo hasta el año. Dentro de lo que pueda comer ella elegirá lo que más le guste y la cantidad que quiera.

3. Hola Carlos. Doy el pecho a mi hija de dos semanas y desde hace dos días he observado que tiene la lengua blanca y me han comentado que pueden ser hongos, ¿qué medidas puedo adoptar?
Lo que normalmente se llama "lengua blanca" es normal, los hongos tienen un aspecto distinto. Si quien te ha dicho que son hongos es el pediatra ya te dará el tratamiento. Si te lo ha dicho otra persona, pues que la mire el pediatra.

4. Hola, me he quedado sorprendido con que haya una asociación por esa causa ¿Podía decirme cuál es la razón de la existencia?
En España la mayoría de las mujeres dan el pecho menos tiempo del que ellas desearían y eso demuestra que hace falta hacer algo para que las mujeres puedan libremente dar el pecho todo lo que quieran. En nuestra asociación nos dedicamos sobre todo a hacer cursos sobre lactancia materna para profesionales sanitarios y a publicar videos y libros. El objetivo es ayudar a las madres a dar el pecho todo lo que desean.

5. ¿Que significa exactamente eso de "mamar a demanda"?
Significa darle al niño el pecho cuando quiere y el tiempo que quiere sin preocuparse del reloj. No hay que esperar a que llore. Normalmente antes de empezar a llorar ya llevan un rato buscando el pecho por las buenas.

6. Buenas. Soy médico y como tal siempre he estudiado y transmitido a mis pacientes que con la lactancia materna no es necesario el aporte de agua, pues el niño regula con su succión la composición de la leche. Sin embargo, el otro día oí a una matrona decir que en verano sí hay que dar agua a los bebés aunque estén exclusivamente a lactancia materna. Estoy confusa, ¿Cuál es su opinión? Gracias.
En general, un niño que toma el pecho a demanda, día y noche, con lactancia materna exclusiva no necesita agua, a no ser que tenga fiebre o diarrea. Incluso en beduinos del desierto se ha comprobado que no necesitan agua. Esto no quita para que excepcionalmente si hace mucho calor y parece que un niño tiene sed se le puede ofrecer agua después del pecho. Recuerdo un niño que casi se deshidrata porque lo dejaron totalmente vestido y tapado en la cuna bajo el sol que entraba por una ventana y junto a un radiador encendido.

7. Buenos días ¿Es necesario tomar suplemento de yodo con la lactancia o da igual? Yo no lo tomo y mi hija es muy curiosa y lista.
En España y en toda Europa hay un porcentaje muy grande de déficit de yodo. Todo el mundo debería tomar siempre sal yodada pero incluso así, la mayor parte de las madres no llegan a cubrir las necesidades durante el embarazo y la lactancia, que son mucho más altas que en otras épocas. Por eso, se recomienda tomar 100 a 200 microgramos de yodo al día durante el embarazo y la lactancia. Esta cantidad de yodo no es peligrosa para las personas que ya tienen suficiente yodo, al aplicarse yodo en una herida se absorben cientos de veces más cantidad de yodo que lo que hay en esas pastillas.

8. Hola, ¿puedo tomar medicamentos antivaricosos dando el pecho?
No conozco ningún medicamento antivaricoso que sirva para nada y no sé a cuál se refiere usted. En la página Web www.e-lactancia.org puedes consultar la compatibilidad de cualquier medicamento con la lactancia.

9. Buenos días, ¿es cierto que la ausencia de lactancia materna influye negativamente en el desarrollo del sistema inmunológico del bebé así como en el desarrollo intelectual? Gracias.
Pues sí. Por una parte la leche materna aporta defensas al bebé en una época en que sus propias defensas aún se están formando y por otra parte las defensas propias del bebé se desarrollan mejor con la lactancia materna. También en diversos estudios se ha observado una relación entre la duración de la lactancia y el coeficiente intelectual de los escolares.

10. Buenos días, quería saber si hay alguna forma para que el bebé se agarre mejor, al pezón porque a mi no me crecen durante el embarazo, a mi anterior bebé le di leche con un sacaleches porque no se agarraba, y ahora estoy esperando otro y me gustaría que mamara. Muchas gracias
Es muy difícil de explicar en dos líneas. Te recomiendo que te pongas en contacto con algún grupo de madres. Encontrarás direcciones y teléfonos en www.fedalma.org

11. ¿Hasta cuando es beneficioso dar el pecho al niño?
Dar el pecho es beneficioso siempre. Es decir, si en la tienda tuviéramos al mismo precio leche de vaca y leche de mujer, sería una tontería comprar la de vaca y la leche de mujer sería buena para adultos, para ancianos y para todo el mundo. No hay ninguna edad en que dar el pecho deje de ser bueno y mucho menos en que se convierta en malo. Hoy en día se recomienda ofrecer otros alimentos además del pecho a partir de los seis meses.

12. Gracias por su ayuda de antemano. Tengo una hija de 2 años que desde su nacimiento toma el pecho, complementándolo con otros nutrientes por supuesto. Está sana y contenta, pero empiezo a estar cansada e incómoda. ¿Cómo me aconsejaría iniciar el destete? (tiene un fuerte instinto hacia la lactancia). Gracias.
Incluso si usted no hace nada, su hija acabará dejando el pecho, pero puede que tarde aún meses o incluso años. Si usted quiere acelerar el proceso, es importante darle algo a cambio. El pecho no es sólo comida, también implica contacto físico, cariño, consuelo... Hay que darle todo eso a la niña de otra manera. Destetar a un niño exige más esfuerzo que darle el pecho. Hay que cogerle más en brazos, hay que cantarle más canciones, llevarle más a pasear, jugar más. La idea es que se olvide de pedirlo, pero cuando lo pida lo mejor es dárselo en ese momento porque si se le intenta negar se añade la atracción de lo prohibido.

13. Buenos días, tengo mastitis en un pecho desde hace varios años, lo que me provoca que un pezón me supure con regularidad; actualmente me encuentro embarazada. ¿Hay algún problema en que le de el pecho al bebé? ¿Sería preferible descartar la lactancia materna? Muchas gracias.
Una mastitis de años de duración es una cosa muy rara. Debería mirarla un ginecólogo que le dirá lo que haya que hacer en su caso. En general, con una mastitis no sólo se puede dar el pecho sino que es mejor seguir dando el pecho porque si durante una mastitis el pecho no se vacía puede producirse un absceso. En el peor de los casos, si lo que usted tiene en el pecho no fuera exactamente una mastitis y no pudiera darle de ese lado, siempre podría darle de mamar a su hijo con el lado bueno.

14. Ante todo felicitarte por tu trabajo y tu obra. Tengo un niño de 11 meses al que sigo dando el pecho en parte gracias a tus opiniones en distintos medios. Quería saber si este nuevo libro es útil para las madres como yo que tenemos una lactancia ya más que establecida o es solamente para futuras o recientes mamas. También quería decirte que igual que " MI niño no me come" me pareció muy útil, no encuentro que Bésame Mucho sea muy aplicable a los tiempos actuales. ¿Me puedes convencer de lo contrario? Muchas gracias y felicidades.
Puesto que ya estás dando el pecho y parece que sin problemas, supongo que no necesitas leer el libro pero eso va a gustos. En cuanto a mi libro "Bésame mucho" habrás visto que no recomiendo lo que hay que hacer, no es un libro de consejos, normas o métodos sobre cómo criar a un hijo. Lo que pretendo es explicar por qué los niños son como son, por qué quieren estar en brazos, por qué quieren dormir con sus madres y creo que eso es tan verdad ahora como en la antigüedad.

15. ¿qué es mejor dar en la misma toma los dos pechos o uno y a la siguiente el otro?
Lo mejor es lo que el niño quiera. Cuando acaba el primer pecho, se le ofrece el segundo, si lo quiere bien y si no también. Sabemos cuando acaba porque lo suelta.

16. ¿Podría indicar la causa de los cólicos del lactante?
Se llama cólico al llanto excesivo en la infancia, normalmente no tiene que ver con dolor de barriga ni otras enfermedad. Hay un cajón de sastre y seguro que hay muchísimas causas. Creo que la más frecuente es la falta de contacto físico. En las sociedades en que los niños van todo el día colgados de su madre, no se conoce el cólico. También hay algunos casos más raros debidos a alergias.

17. ¿Es cierto que un bebé no siente hambre las primeras 48 horas de su vida? Me lo han dicho en clase de Preparación al Parto y estoy sorprendidísima. Gracias por su atención.
No sé lo que puede sentir un bebé. Desde luego las primeras 48 horas maman y está demostrado que toman leche y se la tragan. Ahora no sé cómo puede alguien saber lo que un bebé siente o puede dejar de sentir.

18. ¿cuándo pueden introducirse las legumbres en la alimentación? ¿Los guisantes verdes se consideran legumbres? Gracias
Sí los guisantes verdes se consideran legumbres y pueden introducirse en la alimentación a partir de los seis meses. Al principio conviene quitar el pellejo de los guisantes, garbanzos y alubias para que no se atraganten.

19. Tengo una niña de 15 meses a la que doy el pecho sólo por la noche (para dormirla y cuando se despierta, que suelen ser unas cuantas veces). Desde hace un par de meses tengo los pezones irritados y me duele al darle de mamar (no la primera vez de la noche, pero cada vez que le doy me molesta más). He leído que el dolor suele ser síntoma de mala posición al dar el pecho, pero yo no había tenido problemas hasta ahora. ¿Puede ser porque cada vez tiene más dientes?
No creo que sea por los dientes pues a esta edad maman muchos niños y a sus madres no les suele doler los pezones. Es posible que la niña esté mamando en mala posición porque está medio dormida y más aún si de día toma biberones y chupetes. Si le da biberón, mejor dale la leche con un vaso. También podría tratarse de alguna infección en el pezón. Coméntalo con tu comadrona o con un grupo de madres www.fedalma.org

20. Llevo casi tres años de lactancia, y desde el primer año de mi hija cuando llega el calor y demanda más, especialmente me pasa por la tarde, que me quedo débil y floja y me tiemblan las manos. ¿Qué puede ser? Gracias.
Mucha gente se queda débil y floja cuando hace mucho calor y de ahí nuestra costumbre de dormir la siesta. Eso del temblor de las manos no parece tan normal, convendría que la viera su médico. En cualquier caso, no es debido a la lactancia, conozco miles de mujeres que dan el pecho y nunca he visto que a ninguna le tiemblen las manos.

21. Tengo una hija de 14 meses que mama varias veces por la noche, lo que hace que durmamos bastante mal. ¿Puede influir que los niños mamen en su forma de dormir? Por el contacto que supone con la madre y así buscarla más durante la noche. Mil gracias por todo.
En un estudio de hace más de 20 años, los niños que tomaban el biberón se despertaban menos por la noche que los niños que tomaban el pecho. Pero como los fabricantes van perfeccionando la leche del biberón sospecho que ya no es así, que incluso con el biberón los niños se despiertan, puesto que cientos de miles de madres han comprado cierto famoso libro para hacer dormir a los niños y la mayoría están dando el biberón. Recientemente, han salido al mercado leches de biberón para el día y para la noche, la leche para la noche lleva más triptófano imitando lo que ocurre con la leche materna que por la noche lleva más triptófano, lo que ayuda a los niños a dormir. Así que antes, pensábamos que con la leche materna los niños dormían menos pero ahora los fabricantes de biberones nos han demostrado que es al revés: con la leche materna los niños hablan más, pero para ello necesitan mamar varias veces en la noche porque de nada sirve que la leche por la noche tenga triptófano y el niño no se la toma.

22. ¿qué se considera lactancia materna prolongada y qué beneficios tiene exactamente?
Dicen que alcohólico es el que bebe más que su médico, del mismo modo la lactancia materna es prolongada cuando das el pecho más que tu vecina. Yo llamaría prolongado a dar el pecho más de siete años, pero hay quien pone la definición en dos años o en uno o en seis meses o incluso en tres. Los beneficios de la leche materna tiene los mismos que antes, es decir, a cualquier edad sigue siendo el mejor alimento para el niño y cuanto más tiempo da el pecho la madre menos riesgo tiene de cáncer de mama, de ovario o de fracturas por osteoporosis. Además, de la comodidad y de lo que te ahorras en otras leches.

23. La lactancia materna es fantástica, pero para las madres trabajadoras (al menos en la empresa privada), resulta prácticamente imposible mantenerla una vez que vuelves al trabajo. ¿Cree usted que la administración se tomará en serio alguna vez este tema? Un saludo.
Esperemos que sí porque la duración del permiso de maternidad en España es ridículamente corta frente a lo habitual en los países del norte de Europa. En www.fedalma.org recogen firmas para pedir un permiso maternal de seis meses que por supuesto sólo es un primer paso para llegar a los nueve y a los 12.

24. Muchas gracias por sus libros. Daré a luz en septiembre y estoy informándome sobre lactancia materna. Tengo la impresión de que en el sistema sanitario público empieza a favorecerse pero en el privado todo son obstáculos salvo excepciones muy contadas. Algo habría que hacer ¿no?
Depende de dónde viva usted, porque el apoyo que le puedan dar los profesionales sanitarios con la lactancia materna es una cuestión individual, depende de los conocimientos e interés de cada matrona, pediatra o enfermera. Entre los hospitales que son amigos de los niños, ya hay uno privado, la Clínica Dexeus de Barcelona. Por hospitales amigos de los niños entendemos aquellos que favorecen la lactancia cumpliendo una serie de requisitos: primera toma en sala de partos, niño en la habitación de la madre las 24 horas, lactancia a demanda, no dar chupetes ni suero glucosados... Más información en http://www.ihan.org.es


25. Buenos días, siempre he tenido gran sensibilidad en los pezones y ahora con el embarazo mucho más. Casi cualquier roce por leve que sea hace la situación insoportable. ¿Cree usted que será un problema a la hora de dar el pecho? Gracias.
Pues no lo sé. Si tiene algún tipo de eczema en el pezón, normalmente mejora con el tratamiento adecuado. Si simplemente es sensibilidad al roce pero no hay ninguna enfermedad del pezón, probablemente verá que el problema desaparece cuando su hijo mame, pero habrá que esperar para ver lo que pasa.

26. Tengo un niño de dos años y medio que se niega a comer fruta y verdura. Lo demás, más o menos, nunca ha sido muy tragón, pero intento no obsesionarme demasiado y creerme eso de que se "autorregulan". Pero sí me preocupa que pueda tener una carencia. Yo le sirvo casi todos los días en la comida fruta y verdura por si algún día se anima, él lo prueba y me dice que "no" muy clarito.
No se preocupe, se puede vivir perfectamente sin fruta y sin verdura. Miles de esquimales lo demuestran. Cuando un niño no se le obliga a comer, normalmente al llegar a adulto come casi de todo. Si le intentase obligar a comer fruta, probablemente sólo conseguiría causarle tal asco que entonces sí que no comería fruta en su vida.

27. Deduzco de una de sus respuestas que según usted, los niños que son alimentados con leche materna son más inteligentes que los de biberón. ¿Es así?
Eso es en la medida en que los test de coeficiente intelectual puedan decir quién es más inteligente y quién menos, lo cual de entrada puede ser discutible, existe una diferencia entre la media de cociente intelectual de los niños de pecho y de los niños de biberón. Una media que francamente no creo que tenga ninguna aplicación práctica. Pero eso es lo que sale en los estudios científicos.

Despedida
Disculpen que por las prisas no haya dicho hola ni adiós ni que todos sus hijos son los más guapos del mundo. Sólo recordar las tres cosas más importantes para dar el pecho sin problemas: dar el pecho a demanda y en una buena posición y la utilidad de contactar con grupos de madres y acudir a sus reuniones. Muchas gracias por su interés y lástima que el tiempo sea limitado.



1.12 Crítica a las teorías de Aletha Solter
Hace un par de años se habló mucho en la lista de los libros de la Solter. Son libros especialmente peligrosos, porque empiezan diciendo que hay que respetar mucho al niño (lo que suena bien a las madres que son "de las nuestras"), pero al final te acaba diciendo que le dejes llorar. Eso sí, que no le dejes llorar en la cuna, sino en brazos. Pero que no hagas nada más: que no le des el pecho, no le pongas chupetes, no le acaricies, no le cantes, no le mezas... sólo tenerlo en brazos, para que sepa que no está solo, pero sin hacer nada para calmarle, porque eso le impediría expresarse y liberar su angustia y eliminar las toxinas que se eliminan con las lágrimas.

En definitiva: que le dejes llorar. Los mismos perros con distintos collares. Y con el peligro añadido de que muchas madres que nunca se creerían otros libros de otros autores, se acaban creyendo éstos, que dicen lo mismo pero mejor disfrazado.

Lo niego todo, de principio a fin. Niego que los niños necesiten llorar, que eso sea bueno, o que así eliminen toxinas. Pero, aunque todo eso fuera verdad, sigo sin ver por qué cogerlos en brazos en silencio sería un método permitido y darles pecho o hacerles cosquillas estaría prohibido. Dice que si le das pecho y se calma estás impidiéndole llorar. ¿Y si se calma sólo con cogerlo en brazos, no le has impedido también llorar? ¿Por qué la teoría no podría ser justo la o puesta, dale pecho todo el que pida, pero nunca le cojas en brazos, porque eso le impediría llorar? ¿Por qué, en vez de atender de forma racional a tu hijo, intentando darle lo que necesita hasta que se calme, has de darle brazos, sólo brazos, siempre brazos, tanto si eso es lo que pide como si pedía otra cosa? Eso no es respeto, eso es pasar olímpicamente de sus necesidades.

Supongo que todo es un tremendo montaje de autojustificación. Tal vez a esa señora le debieron decir que jamás diera el pecho antes de cuatro horas, se lo creyó (hace unas décadas, la gente se lo creía), pasó horas con su hijo llorando en brazos esperando a que el reloj diese la autorización para la lactancia, y tal vez cuando años después oyó hablar de la lactancia a demanda, en vez de decir como muchas otras "qué rabia, si yo lo hubiera sabido en mis tiempos", optó por defender hasta las últimas consecuencias lo que había hecho con sus hijos y escribir libros para convencer a todas las madres del mundo de que tienen que hacer exactamente lo mismo que ella, y que si lo hacen distinto están perjudicando a su hijo. De hecho, en su página Web llega a decir que probablemente, cuando eras niño y llorabas, tus padres te mecieron o te pusieron un chupete, pero que no debes reprochárselo porque lo hicieron por ignorancia y sin mala intención (!). Por supuesto, todo lo que va en este párrafo son suposiciones mías; en realidad ni siquiera sé si tiene hijos o no.



1.13 No dejar llorar
Está muy extendida la teoría de que a los niños (2 o 3 años) hay que dejarlos solos cuando tienen una rabieta. Claro, en la versión "progre" del tema se dice que al niño se le deja desahogarse, pero el resultado es el mismo (le dejas solo y llorando) que en la versión tradicional: "no es más que teatro, así que hay que quitarle el público", o en la conductista: "aislado en tiempo de exclusión hasta que aprenda a comportarse como es debido".

Quizás parte del éxito de algunas de las teorías de "dejar llorar" viene de una confusión semántica: "no (dejar llorar)" frente a "(no dejar) llorar". Me explico. Cuando yo digo que no hay que dejar llorar a un niño lo que estoy diciendo es que los padres no tienen que hacer una actividad denominada "dejar llorar", actividad que consiste en pasar de un niño que llora y no hacerle caso. Yo no estoy prohibiendo nada al niño, en todo caso estoy "prohibiendo" a los padres que le "dejen llorar". En cambio algunas personas lo que dicen es algo muy distinto, que el niño no debe hacer una actividad denominada "llorar", que los padres deben impedírselo, prohibírselo, incluso castigarlo por ello. Eso, claro, me parece una barbaridad.

Es una actitud mucho más extendida de lo que parece. Miles de veces, en vez de intentar consolar de forma adecuada a un niño (cogiéndolo en brazos, o dándole teta, o preguntándole qué le pasa, o diciendo "pobrecito, qué pupa más grande" o "sana sana culito de rana" o reconociendo el problema "sí, qué rabia, tenemos que irnos del parque porque es muy tarde, menos mal que mañana podremos volver..."), se le dicen con la mejor de las intenciones cosas como "no llores, que te pones muy feo", o "qué vergüenza, un niño tan grande y llorando", o "no llores, que los niños valientes no lloran", o "no llores que pareces una nena" o "me duele la cabeza de oírte llorar", o "este señor se va a enfadar si lloras", o "cállate de una vez", o "me tienes harto con tus llantos".

Todos estos son ejemplos, unos más suaves y otros más bestias, de "(no dejar) llorar". Claro, a todos se nos ha escapado alguna vez, y por una vez no tiene importancia; pero imagínense lo que es que cada vez que lloras, sea cual sea el motivo, te digan que te pones feo. ¿Qué va a sentir, cuando sea mayor, una persona educada así? ¿Qué comprensión, qué empatía, podrá sentir por el dolor ajeno, por el llanto de sus propios hijos? Le estamos diciendo que la belleza es el valor supremo, y que uno tiene incluso que reprimir sus propios sentimientos para poder ser "guapo" y por tanto aceptado socialmente.

Lo mismo que, cuando dejamos solo a un niño con una rabieta, cuando deliberadamente nos vamos de la habitación, o lo enviamos sólo a una habitación, le estamos enseñando que el dolor no es socialmente aceptable, que una persona bien educada no "se deja llevar" por sus sentimientos en público.

Otra cosa sería un niño mayor (o adolescente) que deliberadamente se va a llorar solo. También hay que demostrarle que tiene derecho a aislarse, si eso es lo que desea. No salgas corriendo detrás, no le digas que "es de mala educación" y que "no puede levantarse de la mesa"... pero puedes, al cabo de un tiempo prudencial, acercarte, decir algo, y seguir o retirarte según su respuesta.



1.14 Decepcionada con el “Bésame mucho”
Rosa escribió
... En segundo lugar, todo ese amor que sin duda hay que dar y damos gustosamente a nuestros hijos ¿les beneficia tanto hoy como mañana? Aquí expondré mi ejemplo (también lo hace CG en varios momentos del libro, ¿verdad?). Mi madre era el amor personificado, para mí, mis hermanos y todo el mundo. No recuerdo un sólo reproche, grito ni mucho menos agresión física. Sólo recuerdo una voz cariñosa, besos, abrazos y mucha comprensión... me adoraba y yo a ella. Me dio el pecho hasta más allá de los dos años, dormí con ella muy a menudo y recuerdo que me acunó por última vez cuando yo tenía 18 años (¡aunque ya no podía conmigo!), poco antes de fallecer ella. Sí, la perdí con esa edad y, desde entonces, ¿qué ocurre? La echo enormemente en falta, lloro a menudo aún hoy su pérdida y me siento muy insegura. Sí, todo su amor me ha dejado inseguridad, muchas veces me siento perdida no sé qué hacer ni decidir, ella era el "centro de mi vida".

Y en cambio, según CG esa estrecha relación con mi madre debería haberme dado seguridad en mí misma y gran autoestima… ¿qué habrá fallado?

Desde luego prefiero tener los recuerdos que tengo antes que recordar malos tratos, claro... pero quizás haya un término medio, el equilibrio.

Un saludo,
Rosa

Carlos González escribió
Tú historia, Rosa, me ha emocionado. No quisiera meterme donde no me llaman, pero si ofrecerte un comentario con la mejor intención.

No creo que tu madre estuviera realmente arrepentida de haber dedicado su vida a cuidar a sus hijos. Uno puede disimular un momento, pero no continuamente. Si tu madre te hubiera cuidado a regañadientes, por obligación, lo hubieras notado desde el principio, en mil detalles, en su malhumor y su amargura. El que en un momento dado dijera "no hagas como yo" no significa que se arrepintiera (aunque todo el mundo, un día u otro, piensa que la hierba es más verde en el jardín del vecino), sino que más bien demuestra lo cruel que es nuestra sociedad con las amas de casa. La sociedad nos machaca (y en las últimas décadas es peor aún), hasta hacernos creer que somos marujas, ignorantes, atrasadas, inútiles, no productivas. ¿Cuántos padres, al final de sus días, dirán a sus hijos: "No seas tonto, no hagas como yo, trabajando por la mañana en el hospital y por la tarde en la privada, sin ver crecer a mis hijos, buscando siempre ganar más dinero y tener más prestigio para ir el fin de semana a jugar al golf que maldita la gracia que me hacía, y al final tener un infarto a los 55 y ver que los que creía mis amigos se pelean por ocupar mi puesto". No, un padre que ha vivido así recibe la aprobación de la sociedad, y morirá convencido de haber tenido una vida envidiable.


Pero, sobre todo, no creas que el amor de tu madre te haya hecho insegura o débil. (No digo en el libro, creo, que un niño criado con cariño va a ser más seguro o va a tener más confianza en sí mismo; insisto en que hemos de tratarlo bien porque eso es lo correcto, no para obtener algo a cambio). Lo que tú sientes es totalmente normal, es el duelo por una persona muy querida, y es la mejor muestra de que tu madre fue, en efecto, una persona maravillosa. Cuando muere una persona amada y maravillosa nos deja un vacío que ni todas las lágrimas del mundo pueden llenar. ¿Es mejor acaso no conocer el amor, para no tener que lamentar su pérdida? ¿Tener padres light, novios light, marido light, amigos light, hijos light, de manera que la muerte de cualquiera de ellos no te afecte, y lo puedas sustituir por otro, como el que cambia los neumáticos del coche, sin dolor?

No, claro que no, es mil veces mejor tener algo que perder, aunque eso significa que tarde o temprano lo perderás.

Por desgracia, nuestra sociedad también desprecia y ridiculiza el duelo. "Tienes que ser fuerte", "tienes que animarte", "la vida continúa"... La alegría es obligatoria, como en un parque temático, y como consecuencia nos deprimimos cada vez más, porque portaventura está bien para un día, pero no puedes vivir en él.

Una vez vi a un niño de seis años que estaba tomando varios psicofármacos (antidepresivos y valium), recetados por su psiquiatra, porque estaba muy triste desde que, un año antes, había muerto su padre en un accidente de coche. ¡A aquél psiquiatra le parecía que llorar a tu padre es una enfermedad, y que se cura con pastillas! Aún me da escalofríos.

Te sugiero, Rosa, que leas el tercer libro de Bowlby, La pérdida afectiva, de editorial Paidós. Creo que te ayudaría mucho a entender lo que sientes.

Aclaraciones finales: Sí, tengo tres hijos. Sí, tengo tiempo para escribir porque ya están medio criados; dos adolescencias superadas y una empezando. Sí, son maravillosos, amables, generosos y tremendamente desordenados; y aunque me gustaría pensar que tales virtudes son fruto de la excelente educación que les he dado, supongo que fue más bien por casualidad. Sí, me gustaría hacerme rico con los libros, pero me parece que voy bueno; todos mis ingresos (cursos y conferencias, revista, libros) apenas alcanzan a la mitad de lo que ganaría si siguiera en mi plaza de pediatra del seguro (en excedencia desde 1995). Tal vez vuelva al seguro un día de estos, ahora que mis hijos ya son mayores.

No, no me he sacrificado por mis hijos, ni por nada en este mundo. Y recomiendo con entusiasmo que nadie se sacrifique por nada: ni por los hijos, ni por el marido, ni por los padres, ni por el trabajo. Sacrificarse es hacer algo que no deseas, algo que te duele, porque piensas que es tu obligación. Si haces eso, tarde o temprano lo pagarás, y lo pagarán los que te rodean. Tarde o temprano, en una de esas discusiones que empiezan por una tontería, dirás aquello terrible de "después de todo lo que he hecho por ti" o "yo ahora sería tal o cual cosa si no fuera por tu culpa"; y las palabras, una vez pronunciadas, ya no se pueden recoger. No, en cada encrucijada de mi vida he elegido lo que más me gustaba, y por lo tanto no me he sacrificado en nada.

Bueno, perdonen la extensión. Gracias de nuevo por sus comentarios.
Carlos González



1.15 Picoteaba un día una Gallina
Picoteaba un día una gallina
entre unos desperdicios de cocina
cuando le sobrevino un deseo urgente
de alzar la vista al frente
y caminar con paso vacilante
(el cuello para atrás y para adelante)
hacia un montón de paja allí dispuesto.

Cacarea, se sienta, se menea,
pica, repica, suplica, tuerce el gesto,
se levanta, se vuelve, cacarea,
puja, empuja, apretuja y pone un huevo.

Un gato, que de todo fue testigo
(aunque el suceso no era nada nuevo)
reflexiona, lamiéndose el ombligo:
"A las puertas del siglo XXI,
y que aún pongan los huevos de uno en
uno!"
No alcanza a comprender su alma felina
que una simple gallina,
no sabiendo de ciencia, ni de oficio,
sin el auxilio de gente preparada,
ni acceso al beneficio
de la moderna técnica avanzada
esté a poner un huevo autorizada.

Se acerca el gato a un perro que dormita
al sol junto al corral
y al oído unas frases le musita
en tono coloquial:
"¿Se ha fijado, colega
en cómo pone la gallina, ciega
al peligro, sin método ni nada?
Hemos de poner fin a un sufrimiento
que hace de las gallinas instrumento
de la naturaleza desatada."

"Tiene razón", responde el aludido,
"que es la puesta una empresa complicada
para hacerla en un nido.
Hay que abrir un centro veterinario,
a modo de huevario,
en el que sea la puesta controlada
y el huevo por expertos atendido."

Buscar deciden, pues, a la gallina
que a la puesta parezca más cercana,
y resulta ser tal la Serafina.
El gato le pregunta: "Dime, hermana,
¿no notas de algún huevo la venida?"
"Nada noto" — "¡Es puesta retenida!"
"Hemos de proceder sin dilación.
Estírate para la exploración."
"¿Me siento así?" — "¡No, tonta, boca
arriba!"
Procede a desplumar el perineo
(¡qué vergüenza!). "Colega, ya lo veo.
Con una lavativa
y una infusión de hormonas adecuada
habremos de inducir ahora la puesta;
y una vez dilatada,
hacer palanca con una cuchara
y recoger el huevo en una cesta."
(Hubo de dar el gato una tajada,
porque, si no, no entraba la cuchara.)

Ya se extiende la voz: ¡Por fin la ciencia
da respuesta a este problema diario!
Las gallinas, con suma diligencia
acuden al huevario.
Y es fama que de ciento que allí ponen
son las cien boca arriba desplumadas
las noventa tajadas
las cincuenta inducidas, cuarenta
instrumentadas, y algo más de treinta
salen con un buen corte en la barriga.
Tan sólo una recela: nuestra amiga
que iniciaba esta historia.
Porque es gallina vieja, que ya ha puesto
mucho huevo en la vida, y todo esto
le huele más a esclavitud que a gloria.

¿No ha de tener mi cuento moraleja?
Hela aquí: Mujer, no seas gallina,
y si lo eres, sé gallina vieja.
Pregunta al que entusiasta te aconseja
métodos tan científicos y nuevos.
"¿Ayudas tú en verdad a la gallina,
o sólo vienes a tocar los huevos?"

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