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por Juanma
#244214 Para consultar otros artículos recopilados se puede pulsar: Índice de Autores

William Sears
1.1 Ocho Hechos sobre el sueño de los niños que todos los padres deberían conocer
1.2 Doce Alternativas para las nodrizas nocturnas
1.3 La lactancia materna y dormir con el bebé: colecho
1.4 Pegar y morder: 15 maneras de parar
1.5 La molestia de vestirles
1.6 25 maneras de hablar para que sus hijos escuchen
1.7 Humor: la mejor medicina



1.1 Ocho Hechos sobre el sueño de los niños que todos los padres deberían conocer
Para entender mejor las formas de hacer que tu hijo quiera ir a dormirse y mantenerse dormido, he aquí algunos principios importantes sobre el sueño que todos los padres deberían entender.

1.1.1 Como duerme usted
Después de vestirse o desvestirse para ir a la cama, la mayoría de los adultos se ayudan a si mismos a relajarse para el sueño, mediante varios rituales: leer, escuchar música, ver TV o teniendo sexo. (NOTA: supongo que se refiere a los que no tienen hijos, porque los que los tenemos no tenemos rituales, entramos en coma, y tenemos poco sexo en general). A medida que usted cae dormido, sus centros cerebrales superiores comienzan a descansar, permitiéndole entrar en una fase de sueño profundo llamada fase NO- REM (REM = movimientos oculares rápidos). Su cuerpo y mente están relajados durante este periodo de sueño, su cuerpo está quieto, su respiración es pausada y regular, sus músculos están flojos. Después de aproximadamente una hora y media en este estado de sueño, su cerebro comienza a despertar y trabajar, lo que le saca a usted del sueño profundo, y pasa a una fase de sueño ligero o activo, llamado sueño REM (movimientos oculares rápidos). Durante esta fase, sus ojos se mueven bajo los párpados, mientras su cerebro trabaja. Usted sueña, se da vueltas y puede incluso colocar las mantas, sin despertarse por completo. Es durante esta fase cuando usted puede despertarse por completo para, por ejemplo, ir al baño, y luego volver a la cama y volver a dormirse. Estos ciclos se alternan cada dos horas a lo largo de la noche, de forma que un adulto medio duerme unas 6 horas en sueño profundo y 2 en sueño ligero a lo largo de la noche. (NOTA: para completar la información os diré que en los primeros ciclos predomina el sueño profundo y a medida que pasa la noche se hace más largas las fases de sueño ligero). Por tanto, usted no duerme profundamente toda la noche, aunque le pueda parecer que lo hace.

1.1.2 Como entran los niños en el sueño
Está usted acunando, paseando o dando el pecho a su bebé, y sus párpados comienzan a cerrarse, y su cuerpo a relajarse en sus brazos. Sus ojos se cierran por completo, pero sus párpados continúan teniendo pequeñas contracciones y su respiración es irregular. Sus manos están flexionadas y puede que haga algunos gestos involuntarios con la cara, llamadas “muecas del sueño”. Puede incluso continuar succionando de forma parecida a un “aleteo”. Justo en el momento en que usted se flexiona para depositar a su bebé “dormido” en la cuna, para intentar salir silenciosamente de la habitación, se despierta y llora. Esto es así porque no estaba completamente dormido. Estaba aún en fase de sueño ligero cuando le puso en la cuna. Ahora pruebe a dormir a su hijo como lo haga habitualmente, pero hágalo durante un tiempo más largo (aproximadamente 20 minutos). Usted se dará cuenta que las muecas desaparecen, y la respiración del bebé se vuelve pausada y profunda, y sus músculos se relajan por completo: sus manos se abren, sus brazos y hombros cuelgan pesados: señales de sueño profundo. El niño está ahora en una fase de sueño profundo, permitiendo que usted pueda posarlo, respirando con satisfacción, porque el bebé ya está dormido.

Primera lección de “ser padres por la noche”: los bebés necesitan que se les duerma, no solamente que se les deje para que se duerman. Algunos bebés pueden ser dejados somnolientos y se dormirán solos, otros necesitan que sus padres les ayuden a dormirse.
La razón es que, mientras los adultos entramos directamente en la fase de sueño profundo, los niños en los primeros meses entran primero en una fase de sueño superficial. Y tras 20 minutos o más, gradualmente entran en fase de sueño profundo, del cual ya no es tan fácil despertarles. Como probablemente sabrá por experiencia, si usted trata de poner apresuradamente a su hijo en la cama durante este periodo inicial de sueño ligero, habitualmente se despiertan. Con algunos meses más algunos bebés entran con más rapidez en la fase de sueño profundo. Aprenda a reconocer las fases de sueño de su hijo. Espere a que esté profundamente dormido antes de cambiarlo de ubicación.

1.1.3 Los ciclos de sueño de los bebés son más cortos que los suyos
Permanezca “adorando” a su bebé dormido y observe su sueño. Alrededor de una hora después de haberse ido a dormir, comienza a estirarse y moverse. Sus párpados aletean, hace muecas, respira de forma irregular y los músculos se tensan. Está volviendo a entrar en una fase de sueño ligero. El tiempo de pasar del sueño profundo al ligero es un periodo vulnerable del sueño, en el que muchos bebés se despiertan si alguna circunstancia les preocupa o incomoda (como el hambre). Si el bebé no se despierta, pasará por esta fase de sueño ligero durante los siguientes 10 minutos y posteriormente entrará de nuevo en el sueño profundo. Los ciclos de sueño de los adultos duran una media de 90 minutos, los de los niños son más cortos (50-60 minutos) así que tienen un periodo de sueño vulnerable cada hora o menos. Si cuando el bebé está en esta fase usted deposita una mano consoladora en su espalda o canta una nana suave, o si el la siente próxima a el porque duerme con usted, pasará este periodo sin despertarse.

Segunda lección de “ser padres por la noche”: algunos bebés necesitan que les ayuden para volverse a dormir.
Hay algunos niños que pueden pasar este periodo sin despertarse, y que, si se despiertan, pueden relajarse a si mismos para volverse a dormir. Otros necesitan una mano amiga, voz o pecho para entrar de nuevo en el sueño profundo. De estos simples hechos sobre el sueño, se deduce que uno de los objetivos de los padres por la noche es crear un entrono para dormir que ayude al bebé a pasar estos periodos vulnerables sin despertarse, para que entre de nuevo en la fase de sueño profundo.

1.1.4 Los bebés no duermen tan profundamente como usted
No solamente les lleva más tiempo dormirse y tienen periodos de sueño vulnerable con más frecuencia, sino que además, el sueño ligero dura el doble que el de un adulto. A primera vista esto no parece honrado para los padres cansados de cuidar al niño todo el día. Pero si consideramos el principio de desarrollo que dice que los bebes duermen (o no) de la forma en que lo hacen por una razón vital, puede sernos más fácil entender las necesidades de sueño de su hijo, y desarrollar una forma de ser padres por la noche que ayude, en lugar de dañar los ritmos naturales de sueño de su hijo. Por esto estoy en contra de los “entrenadores de sueño”, que anuncian una variedad de técnicas diseñadas para que el bebé duerma toda la noche, a un precio, y con un riesgo.

1.1.5 Los despertares nocturnos tienen beneficios para la supervivencia
En los primeros meses, las necesidades de los bebés son las más altas, y su capacidad de comunicación la más baja. Suponga que un bebé durmiera profundamente durante la mayor parte del tiempo. Algunas de sus necesidades básicas quedarían descubiertas. Los bebés pequeños tienen estómagos pequeños, y la leche materna se digiere con rapidez. Si el estímulo del hambre no le despertara con facilidad, no sería bueno para su supervivencia. Si la nariz del bebé estuviera obstruida y no pudiera respirar, o tuviera frío o necesitara calor y su estado de sueño fuese profundo de forma que no pudiera comunicar sus necesidades, su supervivencia estaría comprometida.

Una cosa que hemos aprendido en nuestra práctica como pediatras es que los bebés hacen lo que hacen porque están diseñados así. En el caso del sueño de los niños, las investigaciones sugieren que el sueño activo protege a los bebés. Suponga que su bebé durmiera igual que un adulto, es decir, predominantemente con sueño profundo. Suena maravilloso. Para usted, puede, pero no para un bebé. Suponga que el bebé tiene necesidad de calor, comida o tiene obstruida la vía aérea, y que el sueño es tan profundo que no le permite actuar para corregir estos problemas. Su bienestar estaría en peligro. Aparentemente los bebés vienen configurados con unos patrones de sueño que les permiten despertarse en respuesta a circunstancias que afectan a su bienestar. Creemos, y los investigadores lo confirman que las frecuentes fases de sueño REM (activo) sirven a intereses psicológicos de los bebés en los primeros meses, cuando su bienestar está más amenazado.

Tercera lección de “ser padres por la noche”: intentar que un bebé duerma demasiado profundamente demasiado pronto puede no ser lo mejor en términos de desarrollo del bebé. Por esto, los nuevos padres vulnerables a los “entrenadores de sueño” no deberían sentirse presionados para hacer que sus bebés duerman demasiado profundamente demasiado pronto.

1.1.6 Los despertares nocturnos son beneficiosos para el desarrollo
Los investigadores del sueño creen que los bebés duermen más “inteligentemente” que los adultos. Teorizan que el sueño ligero ayuda al cerebro a desarrollarse, ya que ese cerebro no descansa durante el sueño REM. De hecho el flujo sanguíneo al cerebro casi es el doble durante las fases REM. Este incremento de flujo es particularmente evidente en las áreas cerebrales que controlan automáticamente la respiración). Durante el sueño REM el cuerpo incrementa la síntesis de ciertas proteínas de los nervios, los bloques de construcción del cerebro. También se cree que el aprendizaje ocurre durante las fases activas del sueño. El cerebro puede usar este tiempo para procesar la información adquirida mientras estamos despiertos, guardando aquello que es útil y descartando lo que no lo es. Algunos investigadores del sueño, creen que el sueño REM actúa autoestimulando el cerebro en desarrollo, proveyendo imágenes beneficiosas que promocionan el desarrollo mental. Durante esta fase de sueño ligero, los centros superiores del cerebro se mantienen operativos, mientras que en el sueño profundo estos están en silencio. Es posible que durante esta etapa de crecimiento cerebral rápido (los cerebros de los bebés alcanzan el 70% del tamaño adulto durante los primeros dos años) el cerebro necesite continuar funcionando durante el sueño para desarrollarse. Es interesante anotar que los bebés prematuros pasan el 90% de sus horas de sueño en sueño REM, posiblemente para acelerar el crecimiento cerebral. Como puede ver, el periodo de la vida en el que los humanos duermen más y en el que el cerebro se desarrolla más rápidamente, es también cuando más sueño activo se tiene.

1.1.7 Mientras crecen, los bebés alcanzan la madurez en el sueño
“Vale”, dirá usted, “entiendo este diseño en desarrollo, pero ¿Cuándo dormirá mi bebé toda la noche?”. La edad a la que los bebés se asientan (es decir: se van a dormir con facilidad y permanecen dormidos) varía ampliamente de unos niños a otros. En los primeros tres meses, los bebés pequeñitos rara vez duermen más de 4 horas seguidas, sin necesitar alimento. Los bebés pequeños tienen estómagos pequeños. Suelen dormir un total de 14-18 horas al día. Desde los 3 a los 6 meses muchos bebés comienzan a establecerse: están más despiertos por el día y algunos pueden dormir periodos de 5 horas. Es esperable en este periodo uno o dos despertares nocturnos. También observará en este periodo que las fases de sueño profundo se alargan. Los periodos vulnerables para los despertares nocturnos disminuyen y los bebés entran en el sueño profundo más rápidamente. Esto se llama maduración del sueño.

Lección 4 de “ser padres por la noche”: un hecho importante a recordar es que los hábitos de sueño de su bebé son más un reflejo de su temperamento (del bebé) que del estilo de crianza que halla elegido. Mantenga en su mente que otros padres habitualmente exageran lo que duermen sus hijos, como si eso fuera una marca de buena paternidad, que no lo es. No es su culpa que el bebé se despierte.

1.1.8 Bebés que continúan despertándose
Cuando los bebes maduran a estos patrones similares al adulto de sueño, varía de unos a otros. De forma que mientras la mayoría de bebés alcanza esta madurez en algún momento durante la segunda mitad del primer año, muchos continúan despertándose. ¿La razón? estímulos dolorosos como catarros, erupción de los dientes se hacen más frecuentes. Adquisición de hitos del desarrollo como sentarse, gatear y caminar puede llevar a los bebés a practicar estas habilidades durante la noche. Después entre el año y los dos años, cuando el bebé comienza a superar estos estímulos, comienzan otras causas como la angustia de separación y las pesadillas.

De todas formas, aunque comprenda la razón por la cual los bebés son propensos a despertarse, se da cuenta que sigue siendo importante para los padres y los bebés tener un sueño reparador por las noches, de otro modo, el bebé, los padres y su relación no irán bien.



1.2 Doce Alternativas para las nodrizas nocturnas
Frecuentemente el amamantamiento nocturno es característico en los bebés de alta necesidad. Es como si fueran a su restaurante favorito. El ambiente es apacible, el servicio es familiar, la cocina estupenda y ellos aman a la dirección. ¿Quién puede reprocharles que sean gourmets durante toda la noche? Intente estas sugerencias para tratar con el amamantamiento nocturno siempre que su bebé tenga más de 6 meses y tome otros alimentos además de leche materna:

1.2.1 ¿Cuál es el problema?
¿Cuánto de “problema” tiene el frecuente amamantamiento nocturno? Esta etapa de alto grado de amamantamiento nocturno pasará. Ambos, tú y tu bebé, algún día dormiréis durante toda la noche. Aunque, si estás privado de sueño hasta el grado de funcionar escasamente al día siguiente, tu maternidad nocturna se resentirá (y tu bebé) y el resto de tus relaciones familiares se deteriorarán. Necesitas hacer algunos cambios en tu esquema de amamantamiento nocturno.

Un principio de crianza que nosotros aprendimos con muchos niños hace tiempo es: SI TE RESIENTES, ¡HAZ UN CAMBIO! Incluso si tú no puedes conseguir que tu bebe duerma toda la noche de un tirón, puedes ayudarle a reducir el amamantamiento nocturno, haciendo la situación más tolerable para ti. He aquí como:

1.2.2 Haz beber mucho a tu bebé durante el día
A los niños pequeños les encanta mamar, aunque a menudo durante el día están tan ocupados que ellos olvidan hacerlo, o mamá está tan ocupada que ella también lo olvida. Pero durante la noche, vosotros estáis tan sólo a unos pocos centímetros de distancia y el niño quiere recuperar el tiempo perdido. (Esta escena es común cuando una madre que amamanta regresa a casa después del trabajo). Encontrando más tiempo para amamantar durante el día el pecho será menos atractivo durante la noche.

1.2.3 Incrementa el tacto durante el día
Lleva a tu bebé en una bandolera y dale a tu bebé más contacto durante el día. Es fácil cuando los bebés crecen bastante y disminuye la cantidad de tiempo que necesitan estar en contacto. El amamantamiento durante toda la noche puede a veces ser una señal del bebé a su madre, recordándole que no tenga tanta prisa en que se independice. En un desarrollo sano de la independencia, el niño va y viene, se aleja y se aferra, paso a paso hasta que está más tiempo alejándose que volviendo. Muchas madres notan que sus bebés y niños pequeños muestran un aumento de la necesidad de mamar y de ser cogidos antes de emprender un nuevo estado de desarrollo como puede ser gatear o caminar.

1.2.4 Despierta al bebé para una tetada completa justo antes de irte a la cama
A menos que quieras irte a dormir para levantarte tan sólo 1 ó 2 horas después, amamántale justo antes de irte a dormir. De este modo, tu sueño se verá interrumpido una vez menos, y tú (es de esperar) podrás dormir de seguido un buen rato.

1.2.5 Aplica el “plan padre
Trata de hacer que se duerma en una bandolera. Después de haberlo alimentado, pero antes de que esté dormido, paséalo en la bandolera por casa o alrededor del edificio. Cuando esté profundamente dormido, es fácil dejarlo en tu cama, sacarlo de la bandolera y que lo coja papá. Este es un buen modo para que papá tenga parte en la rutina de irse a la cama. Eventualmente, tu bebé asociará los brazos de papá con caer dormido, y él de buena gana aceptará el acomodo de papá en medio de la noche como una alternativa al amamantamiento. Otras formas fáciles de hacer que tu bebé se duerma sin amamantarle incluyen frotar o tamborilear su espalda, cantarle y mecerle, e incluso bailar en la oscuridad algunas melodías que le gusten y/o canturrear nanas.

1.2.6 No dejes el pecho tan disponible
Una vez que tu bebé haya sido alimentado para dormir, usa tu dedo para separarle del pecho. Ponte entonces tu pijama sobre el pecho y duerme tapada. Un bebé que no puede encontrar el pezón rápidamente, puede caer dormido de nuevo. Si tú puedes permanecer alejada lo suficiente para evitar que coja el pecho, no lo podrá coger de nuevo tan pronto.

1.2.7 Simplemente di “no”
Con nuestro hijo Matthew, el segundo, Martha estaba desesperada por dormir si él la despertaba más de 2 veces. Yo podía oír un diálogo como: “No... No... No... Ahora no. Por la mañana. Mamá duerme. Tú duermes también”. Una voz firme pero calmada, apacible, casi siempre lo conseguía. Tú puedes aprender a permanecer tranquila en esta situación cuando sabes que no estás dañando tu protectora forma de crianza.

1.2.8 "Los Lunnies se van a la cama"
Ahora comienza la publicidad. Alrededor de los 18 meses, tu bebé ya tiene la capacidad de entender frases sencillas. Enseña a tu bebé a no esperar ser amamantado cuando se despierte, diciendo algo como “Cuando el Sr. Sol se levante, puedes mamar de nuevo”. Cuando le ayudes a irse a dormir, (o en el primer o segundo despertar) las última cosa que debería oír es “Mamá se va a la cama, papá se va a la cama, los lunnies se van a la cama, los bebés se van a la cama” (o en lugar de lunnies su peluche favorito). Cuando se despierte durante la noche, lo primero que tiene que oír es un amable recordatorio: “los lunnies se van a la cama, los bebés se van a la cama también”. Esta técnica requiere una o dos semanas de repetición. Pronto captará el mensaje de que el día es para alimentarse y la noche para dormir. Si los “lunnies “permanecen dormidos, los bebés también (o al menos acostados).

1.2.9 Ofrece una alternativa
Los bebés con alta necesidad no son fácilmente engañados; ellos no aceptan sustitutos rápidamente. Aunque lo peor es intentarlo. Recuerde, amamantar no siempre significa alimentar. Honra a tu marido con su cuota de “participación nocturna” tan pronto como tu niño pequeño no espere siempre ser acomodado por los lunnies. Esto le dará a papá la oportunidad de desarrollar creativas herramientas nocturnas parentales y al niño la ocasión de ampliar su aceptación de cuidadores nocturnos.

Martha dice: “Una de las maneras que nosotros tuvimos de sobrevivir con niños pequeños que quieren amamantar frecuentemente durante la noche fue que yo estuviese temporalmente indisponible durante las “llamadas nocturnas”. Bill podía llevar a Stephen en una bandolera, hasta que él se acostumbró a la manera de hacerle dormir de Bill. Cuando él se despertaba, Bill de nuevo le confortaba en su necesidad balanceándole y sosteniéndole en una posición acurrucada, usando una cálida envoltura y cantándole una nana. Los bebés pueden inicialmente protestar cuando va su padre en lugar de su madre, pero recuerda, llorar y agitarse en los brazos de un padre amoroso no es lo mismo que llorar “a gritos”. Papá, ten en cuenta que has de permanecer calmado y paciente ante el reto que supone este proceso nocturno. Tú les debes a ambos, madre y bebé, no ponerte nervioso o enfadado cuando tu bebé se resista al acomodo que tú le ofreces.

Intenta que este destete-con-padre empiece un fin de semana o en otro momento en que tu marido pueda conseguir 2 ó 3 noches después de las cuales no tenga que trabajar al día siguiente. Tú probablemente tengas que venderle la idea de esta técnica, aunque nosotros la hemos probado personalmente y funciona. Asegúrate de usar estas tácticas de destete nocturno sólo cuando tu bebé sea suficientemente mayor y tus entrañas te digan que tu bebé mama durante la noche por hábito y no por necesidad.

1.2.10 Aumenta la distancia entre ambos al dormir
Si las sugerencias de más arriba no seducen a tu persistente lactante a disminuir sus demandas, aunque tú aún sientas que debes alentarle a hacerlo, intenta otro plan de sueño. Intenta ponerle en una cama “sidecar” (adosada a la tuya), en un colchón o futón a los pies de tu cama o incluso a dormir en otra habitación con un hermano. Papá o mamá pueden acostarse junto al bebé para confortarle si él se despierta. Mamá puede incluso amamantarle si es necesario y entonces volver a hurtadillas a su cama. Si parece continuar cerca le alienta a continuar despierto.

1.2.11 Duerma en otra habitación
Si tu bebé persiste en esperar ser amamantado toda la noche, reubica al “comensal nocturno de mamá” en otra habitación y deja al bebé dormir cerca de papá durante unas noches. El debería despertarse menos a menudo cuando el pecho no está tan disponible y cuando se despierte, tendrá que aprender a aceptar el acomodo de papá.

1.2.12 Permita al bebé ser el barómetro
Cuando intente cualquier técnica de cambio de comportamiento en un niño, no persista con un mal experimento. Use el comportamiento diurno del niño como un barómetro del tiempo para ver si su cambio en el estilo de crianza nocturna está funcionando. Si después de varias noches de trabajar en el destete nocturno su bebé es el mismo de siempre durante el día, persista con su cambio gradual. Si, sin embargo, su bebé se torna más aferrado, quejoso o distante, tómelo como una pista de que debe ir más despacio en su velocidad de destete nocturno.

Los bebés se destetan y algún día ellos dormirán a lo largo de toda la noche. Este estado de alta demanda de atención parental nocturna pasará. El tiempo en sus brazos, en su pecho y en su cama es relativamente corto durante la vida de un bebé, mientras que el recuerdo del amor y la disponibilidad permanecerá para siempre.



1.3 La lactancia materna y dormir con el bebé: colecho
Dormir con el bebé es una practica cada vez más extendida (se reconozca o no) en nuestra sociedad. Resulta muy cómodo cuando se amamanta a un pequeño y para muchas familias la opción más agradable.

Las investigaciones han demostrado que el colecho promueve los vínculos, regula patrones de sueño de la madre y de su bebé, juega un papel importante al ayudar a la madre a ser más sensible a las necesidades de su bebé, y les da a ambos más oportunidad de un buen descanso.

Beneficios de la lactancia asociada con el colecho:

• Protección inmunológica: Los lactantes que comparten lecho con sus madres maman con más frecuencia. La lactancia materna aporta protección inmunitaria extra, entre los 3 y los 6 meses cuando el sistema inmunológico del bebé está en su momento más sensible y el riesgo de muerte súbita es mayor.

• La prolactina aumenta durante las tomas nocturnas.

• Los bebés que duermen con sus madres muestran esquemas de sueño REM durante la succión.

• La succión mejora la cantidad de oxigeno en sangre de los bebés prematuros.

• Mayor desarrollo cardiorrespiratorio, en los bebés que están más tiempo en contacto y/o con el pecho con sus madres.

• Regulación térmica: La temperatura del cuerpo, compartida durante el sueño, ayuda a regular la respiración. El enfriamiento deprime la respiración.

• Armonía en el ritmo respiratorio: El bebé se acostumbra al ritmo de la respiración de la madre dentro del útero. Después del nacimiento, la madre continúa funcionando como un marcapasos de respiración recordando al bebé que tiene que respirar.

• Conciencia mutua: Las madres que amamantan y los bebés que comparten lecho tiene más sueño REM y menos sueño nREM.

• La sensibilidad de la madre hacia el hijo se incrementa durante el sueño REM ( el que más predomina).



1.4 Pegar y morder: 15 maneras de parar
Las manos y los dientes en crecimiento, frecuentemente se meten en problemas. Los niños pequeños, muerden y pegan sin pensar en las consecuencias. Los mordiscos y golpes, hacen daño y deben ser corregidos, antes de que hagan daño a los cuerpos o las relaciones.

1.4.1 Entienda porque los niños muerden y pegan
No se lo tome como algo personal. Los bebés muerden las manos (los pezones) que les alimentan. Todo lo que los bebés hacen se resuelve alrededor de su boca o sus manos. Las manos y los dientes son las primeras herramientas sociales, y aprenden a usarlas con las respuestas que obtienen. Tan pronto como los dientes erupcionan y las manos le agitan, los bebés experimentan y usan estos instrumentos sobre diferentes objetos, para ver que se siente. ¿y que hay más disponible y más familiar que la piel de los padres?. El trabajo de los bebés es usar estas herramientas: el de usted, enseñarle como. Estos pequeños mordiscos y golpes iniciales, tan malos como parecen, son comunicación llena de juego, no comportamiento irrespetuoso ni agresivo.

Los golpes y mordiscos agresivos son más comunes entre los 18 meses y los dos años y medio, cuando el niño carece de lenguaje verbal para comunicar sus necesidades. En su lugar se comunica mediante acciones. El morder, habitualmente para a medida que crecen las habilidades de comunicación, pero el pegar no.

1.4.2 Entender porque los niños pequeños (toddler) pegan y muerden
Lo que en un niño pequeño son simplemente gestos socialmente incorrectos, pueden, si no son revisados, convertirse en comportamientos agresivos en los niños. Por esto es por lo que usted quiere eliminar esto del repertorio del bebé, antes de que forme parte del niño en crecimiento. Los niños se vuelven agresivos para liberar enfados, para controlar la situación, para demostrar poder o para proteger sus pertenencias en una batalla por juguetes. Algunos llegan al mal comportamiento en un intento desesperado para llegar a unos padres distantes.

La mayor parte de los comportamientos agresivos en la primera infancia, disminuyen en el momento en que el niño puede comunicarse con palabras en lugar de con acciones.

1.4.3 Considere la fuente
¿Qué dispara un comportamiento agresivo? mantenga un diario (al menos notas mentales) que identifiquen la correlación entre los actos del niño y las circunstancias que lo favorecen. Por ejemplo: Kate mordió a Suzie durante le grupo de juego. S. tenía su pelota favorita. Era casi la hora de la siesta, había montones de niños en un sitio pequeño y S. es muy mandona.

1.4.4 El niño que hace daño a uno de los padres
La bofetada en la cara es un comportamiento socialmente incorrecto con el que muchos niños experimentan. Reconduzca al “abofeteador” a un comportamiento socialmente aceptable: “choca esos cinco”. Igualmente reconduzca el morder: “no se muerde, hace daño a mamá”, poniendo cara infeliz y después reconduzca: “abraza a mamá, eso si me gusta”, poniendo cara feliz.

Una vez que el abofetear se ha convertido en una expresión de frustración (por ejemplo: se enfada porque no le dan un dulce) use las consecuencias naturales: firme pero calmadamente dígale: no se pega y póselo en el suelo. Seguirá estando enfadado por el dulce: vervalícelo para él, diga en palabras porque está enfadado. No permita que su hijo lo utilice como punching-ball. Dele el mensaje de que no permitirá que le haga daño. Si usted no permite que su hijo le haga daño cuando es muy joven, será menos probable que se lo haga a otros en el futuro, y que permita que se lo hagan a el: le está enseñando a decir no a las agresiones, por ejemplo levantando una mano para evitar el golpe, pero no devolverlo.

1.4.5 Toddlers que pegan a bebés
Si su hijo de un año y medio golpea con su martillo de juguete en la cabeza de bebés, retire todos los objetos con que pueda pegar Enséñele y dígale que no pegue y ofrézcale un gesto alternativo: se cariñoso, acaricia al bebé, mientras guía su mano.

1.4.6 No devuelva el mordisco
“El niño necesita aprender que los mordiscos duelen” puede usted razonar. Si pero no hay manera de que su hijo decida no morder si usted muerde. Utilice una método alternativo de “diente por diente”: lleve a su hijo aparte y dígale: “déjame que te enseñe el daño que hacen los dientes” y presione su antebrazo contra sus dientes superiores como si estuviera mordiéndose a si mismo, no de forma vengativa, sino como un padre mostrando algo: ¿ves como morder duele? De esta lección inmediatamente después del mordisco. Usted quiere que su hijo aprenda a ser sensible con los sentimientos de los demás: una lección temprana es la empatía.

1.4.7 Modelos de pegar
K. golpea a T. La madre de K. (avergonzada e irritada) rápidamente se acerca y golpea a K. en le brazo diciendo: -“no se pega”- ¿está usted tan confundido como K. ahora? Ha sido usted empujado por vergüenza o enfado a hacer algo ilógico? Todos lo hemos sido. Así que planifique su mente con tiempo: que hará cuando su hijo pegue a alguien.

1.4.8 Niños que dañan a otros niños
Usted se da cuenta de que un niño pega a otro para obtener un juguete. Muéstrele y dígale una forma alternativa de obtener el juguete: “no pegamos a otras personas. Si quieres el juguete, esperas a que tu amigo termine o pregúntale a mamá y yo pondré un tiempo para compartir. Cuando yo quiero algo de ti no te pego para conseguirlo, te lo pido amablemente”. Si el que pega no colabora, pídale a la víctima que diga que no jugará con el hasta que pida perdón y deje de pegar. También impresione: como te sentirías si te pegara a ti.

1.4.9 Tiempo fuera para el agresor
“Morder hace daño, y es malo hacer daño, te vas a sentar a mi lado”. Habitualmente, los niños de dos años pueden establecer la conexión entre ser agresivos y las consecuencias. Anime a su hijo a decir “lo siento”. Si ya no está enfadado, puede que quiera dar un beso o un abrazo.

1.4.10 Sea un modelo de no-agresión
Un niño que convive con la agresión será agresivo. ¿Cómo comunica usted el disgusto, maneja conflictos, y obtiene sus objetivos? La agresión es contagiosa. Los niños pequeños también copian los comportamientos agresivos de hermanos mayores. haga de esto una experiencia educativa: hábleles a los mayores de que son un ejemplo Por su propio beneficio y el de los pequeños, dígales que “limpien” su acto.

Arrancar cosas de las manos es un comportamiento agresivo propio de niños pequeños y preescolares (tenga cuidado de no ejemplificar esto sin intención quitándoles las cosa de las manos). De forma tranquila explíquele porque no puede tener la cosa que a agarrado y pídale que devuelva el objeto al niño o que se lo de a usted, Puede que tenga que ofrecer un “repuesto”. Si su hijo está a punto de dañar algo valioso o a si mismo use una vos firme y muestre con el lenguaje corporal que espera que lo deje inmediatamente.

Evite situaciones que sacan lo peor de los niños. En un cumpleaños, a una madre se le ocurrió organizar una búsqueda para los chicos, por toda la casa, además ofreció un premio para el ganador: la casa y los niños terminaron arruinados.

1.4.11 Suavice
Observe al niño pequeño que habitualmente tira juguetes y muñecos y los golpea. Mientras algo de este comportamiento es normal, si es frecuente puede ser una bandera roja de tensión y enfado. El niño corre riesgo de tratar a los humanos de esa manera. Además de investigar en la raiz del problema, favorezca un juego más tranquilo: “abraza al osito”, “quiere ala muñeca”.

1.4.12 Recompense
Los niños de más de tres años responden bien a la recompensa. Cree un panel de puntos por no pegar: “cada dia que no pegue se dibuja una cara sonriente, y cuando tenga tres, iremos a comer juntos”.

1.4.13 Programe autocontrol
Algunos niños impulsivos pueden pegar antes de pensar. Para niños de más de tres años, ayúdele a controlar esos impulsos, sugiriendo comportamientos substitutivos a los que el chico pueda recurrir cuando a su mente biene la palabra “pegar”: “tan pronto como sientas que quieres pegar, golpea una almohada o da una vuelta al patio”. Usted puede ser modelo de autocontrol: la próxima vez que piense en pegar a su hijo, hágaselo saber. sujete su propia mano y diga “no mano, no debes pegar”

1.4.14 Aplique doble disciplina
Cuando el pegar se vuelve irrespetuoso y mina su autoridad, merece una doble dosis de corrección: de mamá y de papá. T. de cuatro años se enfadó y pegó a su madre. Inmediatamente ella lo sentó, le miró fíjamente a los ojos e imprimió en él que bajo ninguna circunstancia debía pegar a sus padres, que ese comportamiento es intolerable y sería firmemente corregido, y le envió a su habitación. Después de este tiempo de exclusión, hablaron sobre su enfado. Más tarde compartió el hecho con su marido que habló con T. Reforzó la seriedad de la cuestión y le dijo que no le permitiría pegar a la mujer que el quería. Este padre sabio, obtuvo más recorrido de su disciplina, haciendo saber sus sentimientos hacia su esposa.

1.4.15 Supervise
Ni es bueno ni seguro dejar jugar sin supervisión a un niño agresivo con víctimas potenciales, sin padres a la vista. Si su hijo es agresivo, comparta su preocupación con los otros padres y profesores, y busque su colaboración para temperar el comportamiento agresivo de su hijo. No dude en comentar la situación, sin duda ellos tambien habrán pasado etapas de agresividad. De otra forma las agresiones pueden destruir una amistad.

Los profesores y cuidadores también deben estar vigilantes, para que la actitud no afecte a todo el grupo. En el establecimiento de un grrpo los niños aprenden lo que es socialmente aecptable: si el foco está en el niño que muerde, o si perciben que morder es un comportamiento aceptable, pueden coger esta etiqueta y hacerlo parte de su repertorio. Mientras el comportamiento de un agresor debe ser atendido inmediatamente, no de la idea de que esta es la única manera de obtener atención. Asegúrese de encontrar la manera de premiar a los niños por su buen comportamiento.



1.5 La molestia de vestirles
Usted pasará mucho tiempo vistiendo a su bebé, y será mucho más fácil si no tiene que luchar con el durante todo el proceso. Aquí tiene como realizar el trabajo de modo eficiente, de manera que ambos lo disfruten.

1.5.1 Planee con antelación
Antes de comprar la ropa, vista al niño en su imaginación: seleccione ropa fácil de poner, como mínimo una talla mayor, con un mínimo de botones. Busque cuellos elásticos que no atrapen las orejas. Escoja ropa fácil de deslizar en un blanco móvil.

1.5.2 Implante buenos recuerdos del vestirse
Cómo el niño se comporte durante el cambio de pañal, establece el tono para su aceptación del vestido. Muchos chicos que disfrutan del vestido pueden ser enseñados a colaborar a la edad de 1 año, a vestirse solo alguna prenda a los 2 años, y a vestirse completamente a la edad de 4 años.

1.5.3 Enseñe mientras viste
Pruebe estos trucos:

1. Para promover la colaboración, conecte a nivel de los ojos del niño: vista a su hijo en un lugar alto o con más seguridad poniéndose de rodillas en el suelo. Mírele, hable y cante. Juegue a un juego de vestirse: “ponemos dentro el pie izquierdo, ponemos dentro el pie derecho y ahora lo agitamos todo”.

2. Juegue a las partes del cuerpo, un viejo truco para mantener las manos inquietas ocupadas: “¿Dónde está la nariz de papá?”. Manténgalo entretenido con teatro mientras lo viste.

3. Algunas técnicas de distracción siguen funcionando: con niños de dos años tenga un juguete especial para la hora de vestirse.

4. Los niños mayores, colóquelos cerca de una ventana, y déjeles disfrutar la vista mientras los viste.

5. Cante una canción con la secuencia adecuada para vestirse: “primero ponemos la ropa interior, interior, interior…”. Hable de lo que está haciendo “¿Dónde está tu body?, después ponemos los calcetines…”. Diga el nombre de la ropa y enséñele donde va.

6. Si su hijo de tres años (ATENCIÓN GUIOMAR) se resiste a vestirse, haga un capital de una ventaja evolutiva de este periodo: el amor del niño por la imaginación. Escoja un personaje que les guste a los dos. He aquí como una madre se vuelve animadora y motiva a su hijo de tres años para vestirse: “ me voy a convertir en meter pan, hablaré como meter pan y vamos a hablar de cómo meter pan necesita vestirse porque va a correr una aventura emocionante, y tiene que llevar puestos sus pantalones”

7. Cuando un niño pequeño sabe que le van a vestir es para el una oportunidad perfecta para involucrarla a usted en una cacería. Si tiene tiempo para ello, adelante, permítalo, con muchos juegos y cosquillas una vez atrapado. Si no tiene tiempo o no está de humor, ofrézcale otro juego en su lugar: mírele a través del agujero del cuello y cuando el se acerque a mirar “cácele” con la prenda. Lo mismo con las perneras del pantalón.

1.5.4 Sea su modelo de vestirse
Vístale a la vez que usted, pieza por pieza. Intente un concurso de ver quien se viste antes. Rápidamente el novato se convertirá en rápido. Para los que están aprendiendo (entre tres y 4 años: “tu te pones la camisa y yo la abrocho”

Acepte malas combinaciones: un niño pequeño (entre dos y cinco) puede generar ideas fijas en su mente y protestar por las alternativas. Un niño pequeño no se caracteriza por su flexibilidad. Esto no es ser terco, es desarrollar la personalidad. Si quiere levar un jersey naranja y un pantalón rojo, déjele, aunque viole su sentido del gusto. O déle a escoges entre tres combinaciones. Esto es una pequeñez que no merece para nada una batalla. Una madre lo expresó así: si se viste solo puede ponerse lo que quiera. Por supuesto procurando que las ropas que tiene en su cajón sean adecuadas a la estación. Espere a los 10 años, y su hijo vestirá mas a la moda que usted.

1.5.5 De alternativas en la compra
A los 4 años, los niños se preocupan por lo que llevan puesto. Lévele de compras y déjele tener algún criterio en lo que compra: por ejemplo una de cada 3 prendas o así.

1.5.6 A veces los padres saben que es lo mejor
He aquí como una mamá sabia, consiguió vestir a su hijo respetándole y sin que su autoridad quedara menoscabada:

Nuestro hijo de tres años está descubriendo que tiene deseos y opiniones. Mi trabajo y mi deseo es validar su capacidad de tomar decisiones. Cuando nuestro hijo ejerce su propia voluntad y hace una elección que difiere de la nuestra, no lo contemplamos como un desafío do autoridad. Simplemente nuestro hijo quiere algo distinto de lo que queremos nosotros. Por ejemplo: mi marido estaba vistiéndole. A. quería llevar su jersey nuevo gordo que le habían regalado por navidades. Hacía muchísimo calor y le llevábamos a un parque soleado. Mi marido le explicó que pasaría calor, pero A. insistió en su decisión.. Mi marido redijo: tengo una idea: llevaremos el jersey y así si hace frío tendrás que ponerte. A. pensó que llevar el jersey con el era una gran idea. Mi marido podía haberle ordenado que no se lo pusiera, pero de esta manera tomó en cuanta la decisión de A. y llegaron a un acuerdo.



1.6 25 maneras de hablar para que sus hijos escuchen
Una gran parte de la educación es cómo hablar con los niños. La forma en al que usted habla con ellos les enseña la forma de hablar con otros. He aquí algunas cosas que hemos aprendido de nuestros hijos:

1.6.1 Conecte antes de dirigir
Antes de dar directivas a su hijo, descienda al nivel de sus ojos y establezca contacto ocular con el, para obtener su atención. Muéstrele como enfocar: “M. necesito tus ojos”-“tus orejas”. Ofrezca el mismo lenguaje corporal cuando esté escuchando a su hijo. Tanga cuidado de que su mirada no sea tan intensa que controle en lugar de contactar.

1.6.2 Diríjase al niño
“N. quieres por favor….”

1.6.3 Sea breve
Use reglas de una sola frase. Ponga la orden principal en la frase de inicio. Cuarto más tiempo divague, más probable es que su hijo se vuelva sordo para los padres. Demasiado hablar es uno de los errores más frecuentes cuando dialogamos. Produce en el niño la impresión de que usted no está muy seguro de lo que quiere decir. Si le puede mantener a usted hablando, puede mantenerle distraído.

1.6.4 Sea simple
Utilice frases cortas y palabras de una sílaba. Observe el modo en que ellos hablan unos con otros y tome nota. Cuando su hijo muestra esa mirada vidriosa y desinteresada, usted ya no está siendo entendido.

1.6.5 Pídale a su hijo que le repita su petición
Si no puede, ha sido demasiado larga o demasiado complicada.

1.6.6 Haga una oferta que su hijo no pueda rechazar
Usted puede razonar con un niño de dos-tres años, especialmente para evitar berrinches: “vístete para que puedas salir a jugar”. Ofrezca una razón para sus peticiones, que sea para ventaja del niño, y que sea difícil de rechazar. Esto le da un motivo para salir de su posición de poder, y hacer lo que usted le pide.

1.6.7 Sea positivo
En lugar de decir: no corras, diga: dentro caminamos, fuera se puede correr.

1.6.8 Empieze sus peticiones con la palabra quiero
En lugar de decir bájate de ahí, diga quiero que te bajes de ahí. Esto funciona bien con niños a los que les gusta agradar, pero no recibir órdenes. diciendo quiero, da usted una razón para agradar, más que una orden.

1.6.9 Cuando…Entonces
Cuando te hayas cepillado los dientes, te contaré el cuento. Decir cuando implica que usted espera ser obedecido, mejor que el “si” que da al niño la sensación de que puede optar por hacerlo o no, cuando usted no quería darle opciones.

1.6.10 Primero las piernas, despues las palabras
En lugar de gritar “apaga la televisión y a cenar” acércate a donde está viendo la TV, únete a él un ratito, y en el primer intermedio para anuncios, dile que apague la televisión. Yendo hacia el le convences de que tu requerimiento es realmente serio. De otra manera, lo interpretan como una mera preferencia.

1.6.11 Ofrece alternativas
Prefieres ponerte antes el pijama o cepillar los dientes.

1.6.12 Habla de forma adecuada a su desarrollo
Cuanto más pequeño sea el niño, más cortas y simples deben ser las órdenes. Considere su nivel de comprensión. Por ejemplo: un error muy común es preguntarle a un niño de tres años ¿Por qué has hecho eso?. La mayor parte de los adultos tienen problemas para explicar su comportamiento. Pruebe a cambio: vamos a hablar de los que has hecho.

1.6.13 Hable de forma socialmente correcta
Incluso un niño de dos años puede aprender “por favor”. Espere que su hijo sea educado. Los niños no deberían sentir que la educación es opcional. Hable con sus hijos de la forma en que espera que ellos hablen con usted.

1.6.14 Hable de forma psicológicamente correcta
Los comienzos amenazantes o sentenciosos, son propensos a poner al chico a la defensiva. Los mensajes que comienzan con “tu” hacen al niño encerrarse. Los que empiezan con “yo” no son acusadores. En lugar de empezar: “tu debes hacer…” pruebe diciendo:”a mi me gustaría que hicieras….” o “yo necesito que hagas”. No haga una pregunta inicial si la respuesta negativa no es una opción: ¿quieres poner la mesa?. Diga simplemente: pon la mesa por favor.

1.6.15 Escríbalo
Los recordatorios pueden derivar en quejas con demasiada facilidad, especialmente en los preadolescentes, que piensan que decirles cosas los sitúa en la sección de esclavos. Sin decir una palabra, puede comunicar todo lo que necesite decir: hable con una libreta y un lápiz. Deje notas humorísticas a sus hijos, siéntese y observe lo que ocurre.

1.6.16 Baje el tono de sus hijos
Cuanto más alto grite el niño, más bajo hable usted. Deje a su hijo ventilarse, mientas usted intercala comentarios de tanto en tanto: “entiendo” o “¿puedo ayudarte?”. Algunas veces solo tener un escucha atento puede disminuir el volumen de una rabieta. Si usted se pone a su nivel, tendrá dos berrinches que manejar. Sea un adulto para el.

1.6.17 Serene al niño
Antes de dar una orden, restaure el equilibrio emocional del niño, de otra forma está perdiendo el tiempo. Nada profundiza cuando un niño está en un naufragio emocional.

1.6.18 Repita su mensaje
Los niños pequeños necesitan que les repitan las cosas cientos de veces. Los niños con menos de 2 años, tienen dificultad para interiorizar sus órdenes. Muchos niños de tres años, comienzan a interiorizar órdenes, de forma que lo que usted les dice comienza a calar. Repita cada vez menos veces a medida que su hijo crece. Los preadolescentes contemplan la repetición como una queja.

1.6.19 Deje que su hijo complete el pensamiento
En lugar de decir: no dejes ese barullo amontonado. Diga: M., piensa donde quieres guardar tus cosas de jugar al fútbol. Dejar que el niño complete los espacios en blanco es más fácil que sea una lección duradera.

1.6.20 Use normas rimadas
“Para cruzar, la manita hay que dar” (esto es una aportación mía, ya que la rima inglesa, no rima en castellano)

1.6.21 De alternativas que gusten
No puedes ir solo al parque, pero puedes jugar en el vecindario.

1.6.22 De noticias por adelantado
Vamos a salir enseguida, vete diciendo adiós a los muñecos (o a los otros niños).

1.6.23 Abrir a un niño cerrado
Selecciones cuidadosamente frases que hagan abrirse a las pequeñas mentes cuando se cierran. Adhiérase a tópicos que usted sabe que su hijo le entusiasman. Haga preguntas que requieran una respuesta diferente de si y no. Pregunte cosas específicas: en lugar de “¿qué tal lo has pasado en el cole?” pregunte “¿qué es lo más divertido que has hecho hoy en el cole?”

1.6.24 Use cuando tu…Yo me siento…Porque…
Cuando te alejas de mamá yo me preocupo porque podrías perderte.

1.6.25 Cierre la discusión
Si una cuestión está realmente fuera de discusión, diga no.”No cambiaré mi decisión sobre esto. Lo siento”. Ahorrará tiempo y desgaste a usted y a su hijo. Reserve su tono de voz de “aquí podemos tener un problema” para cuando lo haga.



1.7 Humor: la mejor medicina
Al educar un niño en crecimiento, un padre debe ponerse varios uniformes: el de policía, para las situaciones peligrosas, el de cura para las cosas relacionadas con la moralidad, el frac y corbata de diplomático para las luchas de poder, la bata de médico para curar pequeñas heridas. Pero el traje que le servirá siempre es el sombrero de payaso.

1.7.1 El humor sorprende
La falta de seriedad coge al niño fuera de juego y despierta atención inmediata, diluyendo una lucha de poder, antes de que las primeras salvas sean lanzadas. El humor abre las orejitas y mentes cerradas. He aquí como una madre se convirtió en comediante y usó el humor para obtener colaboración de sus hijos. L. de 6 años y N. de tres, estaban en medio de una discusión por un juguete, al final del día, cuando su madre ya estaba estresada. Ella no tenía tiempo ni energía para ponerse el traje de psicólogo y profundizar en los sentimientos de sus hijos. En lugar de eso, cogió un bloque de juguete y se lo puso en la cabeza, y comenzó su actuación: “mamá va a ser una cabeza de bloque, me estoy volviendo loca. No puedo soportar esta riña ni un minuto más”. Y comenzó a hacer el tonto. Los niños, chiflaron, y todo el mundo se rió, mientras las payasadas de la madre diluyeron la bronca de los niños. Después se sentaron y les dijo: “es un momento duro del día. Mamá está cansada. Tengo que preparar la cena. Vosotros estáis cansados y hambrientos. Por favor: ayudadme a organizar la cena.”

1.7.2 El humor hace el trabajo
La habitación de A. de 7 años era un barullo. En lugar de decir “vete a hacer la cama”, su cómica madre, dejó que la cama hablara. “he pasado cerca de tu cama esta mañana, y gritaba por favor, que alguien me tape, tengo frío”. Incluso para los adultos, el humor es una manera de tener los trabajos hechos. Recuerdo el cartel que había en el vestuario de cirujanos del hospital: “Recuerda: tu mamá no vive aquí”.

1.7.3 El humor protege
A. de 3 años tenía la mala costumbre de alejarse corriendo de sus padres en el parking. El padre decidió hacerse el ciego tapándose los ojos con la mano, le entregó las llaves del coche y le pidió que lo condujera de la mano a donde estaba su coche. (por supuesto miró muchas veces entre los dedos).

1.7.4 El humor desarma
Los niños pueden ver en su cara cuando usted va a decir que no a algo. Y van preparando su resistencia. Usted puede romperla poniendo su mejor cara cómica. El humor también ayuda a sacar rápidamente a un niño de un comportamiento regresivo. He aquí como una madre resolvió este problema: M. de 4 años insistía en ponerse un pañal, porque su hermanito lo llevaba. Su madre jugó con ella tratando de ponerle un pañal de recién nacido. Mientras las dos batallaban para hacer encajar el pañal, M. se dio cuanta de lo tonto de su capricho.

1.7.5 Conclusión
Utilice el humor con bastante frecuencia, para darle al niño una segunda oportunidad de obedecer. A nuestros hijos les encantan los videos, así que nosotros hacemos mímica como si rebobináramos. “M. ayúdame a recoger la mesa”-“pero papá…”-“REBOBINA” (doy unos pasos para atrás y comienzo de nuevo, esta vez haciendo grandes gestos hacia el niño) y esta es la pista que le indica que es una segunda oportunidad. Habitualmente esto termina con risas y obediencia.

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