En cada etapa de su evolución atraviesa momentos difíciles de oposición.
En cada caso, habrá que llamarle al orden sin dramatizar en absoluto y sobre todo sin perder los nervios.
¿Qué podemos hacer?
-Hablar mucho con él, si se ha portado bien, es decir ha podido controlar su furia, premiárselo, leyéndole un cuento, haciendo un puzzle grande, o con algo que sabéis que le gusta.
-Nuestro objetivo es enseñarle el modo de expresarse y conseguir las cosas sin violencia.
-También es importante que no le deis mucha importancia si veis que os quiere pegar. Siempre pararle antes de que llegue a hacerlo. Y a veces es mejor en un momento así pegarle un achuchón y decirle: Pero con lo que tú y yo nos queremos nos vamos a pegar... aunque parezca mentira es tal el desconcierto en el niño que surte un gran efecto.
-En definitiva, el respeto es fundamental.
Pero sí es cierto que muchas veces un comportamiento así viene dado porque las criaturas tienden a imitar conductas de otras personas; es así como aprenden las normas o comportamientos sociales y otras cosas.
Puedes analizar lo que ocurre alrededor del niño y buscar algún patrón de conducta que pueda estar siguiendo. A mí esto me hizo llegar al punto de partida de esa actitud, y el origen fue un niño de su cole, que pega indiscriminadamente, incluído a si mismo.
Otro punto: ellos ven que al pegar, consiguen llamar nuestra atención más que en los momentos en que se portan bien. Eso al final, refuerza más esa conducta.
Es evidente que no les podemos ignorar cuando pegan, pero quizás sí, preveerla. Y para eso, hay que estar por ellos, atentos!! Si presientes que va a pegar, hay que distraer con otra cosa.
Y en el caso en logre pegar antes que la distrajeras, entonces no la recrimines en exceso y cámbiale de tema (le puedes enseñar una revista interesante, preguntarle por los personajes de la televisión, preguntarle dónde está su pelota....)
Algo muy importante, es reforzar las conductas positivas. Eso significa, que cuando se porte bien, la felicites. Eso facilitará el que vaya olvidando las conductas negativas.
También tenemos que tener presente que el niño, al reproducir estas actitudes, esperan nuestra respuesta atentamente. No para retarnos, si no como referente: para saber cómo deben actuar ellos cuando se sientan agredidos o vean una agresión.
Así que ÁNIMO y manos a la obra!!!
ALBA Lactancia Materna
[/url]
HUGO (21/01/2005)
[/url]
EMMA (25/08/2009)